Los católicos españoles están de enhorabuena desde el día de ayer. Desde la salida a escena de Antena 3 TV, como primer canal privado en España, y el más reciente inicio de emisiones de las TDT, no ha dejado de existir más que un denominador común en todos los proyectos televisivos. Y éste no ha sido otro, con las excepciones de todos conocidas como Intereconomía o Popular TV, que la competencia en zafiedad de contenidos y puesta al servicio del proyecto de ingeniería social laicista amparado por los diferentes gobiernos que desde entonces se han sucedido.

Por fin ha nacido una televisión de alcance nacional y temática general inspirada por los valores que siempre han caracterizado a Occidente y que el hoy Papa Benedicto XVI resumía en sus principios innegociables: la defensa de la vida, de la familia, de la libertad de educación de los padres y de las raíces cristianas de Europa.

Información, entretenimiento, formación, cultura, debate en positivo… Todo ello pensado para ese público que durante tantos años se ha sentido huérfano y víctima de la continua agresión mediática a sus principios y valores.

Preside la cadena José María Mas Millet, que durante cinco años presidió Antena 3 de TV, entonces propiedad de Telefónica. Actúa como consejero delegado, Alejandro Samanés, fundador y primer director general de Popular TV. 13TV, compartirá espacios con Popular TV, la cadena de emisoras locales propiedad de Cope, que participa en esta empresa con un 8 % del accionariado. El resto se reparte entre el Grupo Shandwick, representado por José María Mas (36 %), Grupo Canal 10 (30 %), liderado por el empresario Antonio Marín, y el 26 % restante entre el equipo gestor representado por Alejandro Samanes.