LETRAS ESCARLATAS
Manuel Parra Celaya. No sé en qué habrá acabado el tema, pues la noticia es de hace unos días y, francamente, no he sido capaz de perseguirla ni en prensa ni en redes sociales: dos juzgados de Bilbao habían marcado con unas pegatinas a unos presuntos (y recalco el término, de tanto uso actualmente, incluso ante delitos flagrantes) acusados de violencia machista. Ahí me quedé, y pido disculpas a los lectores por si se trataba de una fake news o, de ser cierta la información, se enmendó a tiempo la medida supuestamente cautelar de esos juzgados. En todo caso, quede como anécdota, pero lo suficientemente significativa para reflexionar sobre la actual cultura de la cancelación (“cancel culture”, en el inglés original de los EE.UU., de donde proviene el wokismo), sus exigencias y sus medidas inquisitoriales; ya está implantado en casi toda Europa y, por supuesto, en España, que acostumbra a ser el laboratorio de pruebas.
El totalitarismo democrático: PALABRAS DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO
Manuel Parra Celaya. El totalitarismo democrático no solo afecta al ámbito de la política en su estricto sentido, sino que invade, cada vez más, la esfera de lo personal, de la intimidad incluso, y, por supuesto, del lenguaje y del pensamiento; recordemos que este viene condicionado por aquel, y no a la inversa: lo que decimos ha pasado previamente por esa especie de censura social y nuestro cerebro se ve constreñido por el uso de los términos que empleamos y por el rechazo de los que nunca pronunciamos por el influjo de esa censura.
DERECHOS Y LUJOS; La emigración es un derecho, el turismo es un lujo
Manuel Parra Celaya.
A diferencia del común de los mortales, me suelo fijar en las pintadas callejeras, no tanto por razones estéticas, cuando las hay, como sociológicas, para intentar entender el mensaje que pretenden transmitir a otros. Creo que ya comenté una vez que me sorprendió una que llevaba la firma inequívoca de la “A” anarquista: No parar hasta conquistar, lo que indicaba un tremendo despiste -¿o no?- del ácrata del rotulador; ante otra del mismo signo ideológico no pude menos que expresar aquiescencia (estaba un servidor en sus años mozos): Sin mujeres, no es posible la revolución.
El otro día mereció por mi parte una serie de reflexiones otra pintada, repetida en varias fachadas: La emigración es un derecho, el turismo es un lujo. Traslado a los lectores un resumen de mis meditaciones, por si alguno desea entrar en amigable polémica al respecto.
El semáforo ya está permanentemente en verde para ellos: y siempre en rojo para los catalanes que nos sentimos españoles
Manuel Parra Celaya. En mi artículo de la semana anterior, atendí a lo trascendente y tiré por elevación; reflexioné en voz alta -aunque sosegado, como dije- y me centré en las últimas y más profundas razones del hecho. Hoy, por el contrario, aunque persiste la serenidad, me he propuesto reírme de lo acontecido en el carnaval callejero-policíaco de la escapada de Puigdemont; primero, porque la vis cómica es siempre más saludable al cuerpo y al espíritu, y, segundo, por intentar evitar que otros se rían de mí, tal como lo están haciendo con muchos conciudadanos.
Juez Llarena: me expliquen la tocata y fuga
Luis Losada Pescador. Que el ‘performance’ de Puigdemont nos ha dejado en ridículo a los españoles es una obviedad. Se ha reído del Estado de Derecho. Los Mossos d’Esquadra honestos se sienten humillados por el ridículo. La imagen exterior de España ha caído varios enteros. ¿Que la policía española no es capaz de detener a un prófugo delante de sus narices y se permite dar un mitin retransmitido por televisión? Áteme esa mosca por el rabo… Ahora toca explicar qué ha pasado. Lo que es seguro es que no ha sido un fallo. En todo caso, muchos y concatenados. El primero, político: la decisión del gobierno de que el CNI no monitoreara a Puigdemont. Sería lo lógico en términos de seguridad nacional; ¿cómo no íbamos a monitorear a quien ha hecho una declaración unilateral de independencia, anuncia que lo volverá a hacer y está huído de la Justicia en Francia y Bélgica gracias a la deslealtad de nuestros socios europeos? Pero, claro, en términos políticos es incomprensible que Inteligencia investigue mientras los políticos negocian y pactan una investidura, unos presupuestos y una legislatura. Dónde, cómo y lo que quiera el prófugo. Pues ya estaría: CNI fuera.
Migajas para los ‘charnegos’
Luis Losada Pescador. La amnistía fue una humillación. Pero el ‘cupo catalán’ además de ser humillante, romper la unidad nacional y el principio de igualdad y solidaridad entre los españoles, toca las cosas del comer. Los 13.000 millones extras que recibiría Cataluña tienen que salir de algún lado. Porque el reparto siempre es suma cero; si alguien recibe más es que otro alguien recibe menos. Pero Sánchez se ha inventado el círculo cuadrado: ninguna comunidad saldrá perdiendo con el nuevo modelo. Todas tendrán más dinero que antes. El conejo de su chistera se llama fondo de compensación interterritorial. “Se compromete” a duplicarlo. Con lo que vale su compromiso… Pero es que aunque lo duplique, serían entre 400 y 800 millones de euros; unas migajas para los ‘charnegos’ comparadas con los 13.000 millones para la ‘buchaca’ catalana. Así que no cuela. Feijóo ya advierte que no aceptará las sobras. Y Ayuso pide a sus colegas que no acudan a reunirse con Sánchez para realizar una negociación bilateral. Que no se trata de recibir algo más para los de mi terruño; que se trata de España.
Otoño caliente
Luis Losada Pescador
Se puede vivir peligrosamente o hacerse un Pedro Sánchez, que es lo mismo pero a la enésima potencia. Habrá quien piense que el ‘cambiacolchones’ es muy valiente. Otros, que es un ejemplo de resiliencia. La realidad es que Sánchez se aferra al sillón porque fuera de la Moncloa no sólo hace mucho frío sino que le espera un horizonte penal muy negro.
Eso explica la inflación de problemas que tendrá que afrontar en lo que queda de año. En primer lugar, la ausencia de mayoría parlamentaria para aprobar presupuestos. Aún así, cumplirá el procedimiento y obligará a Junts y ERC a retrararse. Agua. Será una prórroga de la prórroga. El mismo que cuando Rajoy tuvo que prorrogar le afeó que siguiera amarrado a la presidencia.
La Justicia chavista rinde pleitesía a la dictadura; ¿aprenderemos los españoles en cabeza ajena?
Luis Losada Pescador
No hubo sorpresa; la Justicia chavista avaló la supuesta ‘victoria’ de Maduro en las elecciones del 28J. Dice que su ‘victoria’ es “inobjetable” y acusa a María Corina Machado y a Edmundo González de “desacato”. Un movimiento tan esperable como el aval de la autoridad electoral pero que apunta a un enrocamiento y a una aceleración de la represión.
Por supuesto, nadie cree al Tribunal Superior de Justicia de Venezuela. Fue el primer objetivo del chavismo para asegurarse el poder. Su independencia brilla por su ausencia. Y su fidelidad al régimen es absolutamente perruna… La ONU lo ha llegado a calificar de “máquina represora del Estado”.
LA SAGA-FUGA DE PUIGDEMONT
Manuel Parra Celaya. Como ya habrán advertido los sagaces lectores por el título de este artículo, casi literalmente plagiado del genial Gonzalo Torrente Ballester -junto a cuya efigie tuve el honor de tomar un café en la Plaza Mayor de Salamanca hace pocos días-, mi indignación inicial se debía al número circense protagonizado, al alimón, por el prófugo de Waterloo y las Fuerzas de Seguridad autonómicas; y todo ello bajo la espesa capa de silencio de los normalmente locuaces ministros, portavoces y consejeros de La Moncloa. El resumen del sainete es conocido por todos a estas alturas: el fugado entra en España impunemente, tras varios años en que se puesto de manifiesto la insolidaridad europea y la animadversión hacia nosotros de la judicatura de varios países de la Unión; el mencionado prófugo de la justicia española anuncia públicamente sus intenciones urbi et orbi, y las cumple sin que aquí se mueva ni un servicio de -llamémosle- inteligencia; claro que no es difícil la jugada, cuando no existen fronteras y otros muchos delincuentes se aprovechan a diario de esta situación; actúa en un breve mitin callejero, en un escenario montado ad hoc, ante sus fanáticos seguidores…y desaparece cual nuevo Houdini.
El Papa no se refirió en ningún momento al montaje propagandístico queer y a la blasfemia contra la Santa Cena
Manuel Parra Celaya. La horterada parisiense del acto de inauguración de los Juegos Olímpicos se vio implacablemente trufada de lo queer y de wolkismo por obra y gracia, dicen, de un tal Thomas Jolly, inspirador y creador de la escenografía. Como no podía ser menos, incluía una mofa de la religión, pero no de una cualquiera, sino en concreto del Catolicismo, a lo que ya estamos acostumbrados en esta sucursal de la postmodernidad que algunos nos empeñamos en seguir llamando España. Al parecer, Monsieur Jolly no tiene redaños para hacer escarnio de las otras religiones del Libro, porque sus respuestas a las provocaciones blasfemas suelen ser mucho más contundentes, como la propia Francia experimentó en sus carnes hace unos años.