Manuel Parra Celaya. Muchas veces he repetido, y en estas mismas páginas, que me siento profundamente un ciudadano europeo, pero no porque me lo digan desde Bruselas, sino como versión actualizada de aquella ciudadanía romana de la que blasonaba con razón don Eugenio d´Ors. Y también he parafraseado a otro maestro, don José Ortega y Gasset, al soñar con que el Viejo Continente llegara a ser un proyecto sugestivo de vida en común, mas no de acuerdo con aquello de que España es el problema y Europa la solución, porque, hoy en día, tanto una como otra son un problema en sí mismas.
Pero lo cierto es que los ensueños personales poco tienen que ver con las crudas realidades, y este convencimiento tiene mucho que ver con la actual Unión Europea, que solo sirve para aumentar día a día el número de los euroescépticos, que prefieren, en su lógica, ensimismarse en los estrechos límites de los nacionalismos y enrocarse en las limitadas perspectivas de sus respectivos Estados.
José Luis Orella. La CDU ganó las elecciones federales, aunque La AfD con avances significativos ha duplicado su tamaño y se ha posicionado como segunda fuerza. El SPD adquiere uno de sus peores resultados, pero se mantiene por encima de los Verdes que también han tenido pérdidas. El partido Die Linke rompe las encuestas, cuando todos le daban por desaparecido es el gran ganador como receptor del voto de izquierda, consiguiendo además entrar en el parlamento, mientras que su antigua líder Sarah Wagenknecht, del BSW queda por muy poco fuera del parlamento. Por el contraroo, el histórico partido bisagra, el FDP ha quedado expulsado del Bundestag. Su discurso ha sido adquirido por el AfD que no deja de ser una escisión suya, de la cual proceden gran parte de sus dirigentes, entre ellos la propia candidata Alice Weidel.
Pedro Sánchez lleva confundiendo la política exterior con una pasarela desde que estrenó el cargo. Para nuestro presidente, ese titán de la verdad, organizar una cumbre de la OTAN tiene más que ver con decorar “marcos incomparables” que con decir algo sobre marcos estratégicos. Su inanidad en ese campo es la de todo su Gobierno; la de su ministra de Defensa, por ejemplo, a quien la semana pasada, sus 32 colegas de la OTAN despacharon para Madrid con el aviso de interiorizar “un sentido de urgencia mayor”. No está el patio para bromas, y es una broma de muy mal gusto lo de agendar el incremento del 2% en gasto militar para dentro de cuatro años.
Manuel Parra Celaya. Me parece que los Carnavales, sus fiestas y cortejos, han perdido fuelle en la vida española actual. Por lo que me han dicho mis amigos gaditanos, los más tradicionales, en este mes de febrero, han dejado de ser tales, pues se han convertido, de festejos populares, por una parte, en aglomeración de guiris españoles y extranjeros, y, por otra, en afluencia de personas poco recomendables. Parece que mantienen cierta brillantez los carnavales de Tenerife, pero acaso también sea una cuestión de tiempo. Para los niños, la dura competencia del foráneo Halloween ha restado entusiasmo a los carnavales; ya sabemos, sin embargo, que, aparte de los videojuegos, una de las aficiones infantiles consiste en disfrazarse, a veces solo para el disfrute de las mamás; por ello, algunos colegios se empeñan en mantener la tradición, pero de forma cada vez más cansina y de acuerdo con patrones estereotipados.
Luis Losada Pescador. Trump anuncia aranceles a todo el mundo que ponga trabas arancelarias o fiscales a los productos de Estados Unidos. Como Europa cobra el IVA a los productos de Estados Unidos lo interpreta como una traba a sus productos y plantea que colocará un arancel del 20% en reciprocidad. Técnicamente el IVA no es un arancel. Es un impuesto indirecto que se aplica a los productos americanos y no americanos, se aplica de manera universal. Pero el efecto práctico es que el producto americano es un 21% más caro en España como consecuencia del IVA. Lo paga el consumidor pero encarece el producto americano. También el español y el francés. Pero ese no es su problema, debe de pensar Trump…
La duda es si finalmente se aplicará porque lo anunciado no es más que eso, un anuncio de un arancel que se comenzaría a aplicar en abril. Es posible que se trate de una estrategia de negociación ahora que Europa lamenta haberse quedado fuera de las negociaciones de paz de Ucrania y que observa con inquietud la retirada paulatina de EEUU de la OTAN. El mismo secretario general advirtió que Europa debería de garantizarse su seguridad en 4 o 5 años. El tío Sam -dice Trump- no va a seguir siendo el tío tonto…
…hecha la trampa, dice un viejo adagio de uso extendido entre picapleitos, tramposos y, claro está, entre políticos (y perdonen la redundancia). Quiere decir que, para el avispado, siempre hay un subterfugio legal al que agarrarse, contenido en algún párrafo que el legislador incluyó en su día por error u omisión, y que fue aprobado por el Poder Legislativo en un momento en que Sus Señorías dormitaban más de lo habitual o se mostraban proclives, intencionadamente, al apaño.
Lo más grave y preocupante es cuando se da el caso de que el dicho puede aplicarse a la Ley de Leyes, es decir, a la Constitución, que debe ser el referente obligado para no caer en lo que antiguamente se llamaba contrafuero. Traducido en román paladino: cuando en el texto que organiza jurídica y políticamente una Nación pueden encerrarse gatuperios de tamaño natural; ahora nos explicamos las razones por las que Torcuato Fernández-Miranda se negó a estampar su firma en 1978.
Luis Losada Pescador. El cerco judicial es cada día más estrecho. El juez peinado imputa a Cristina Alvarez, la asesora de Moncloa dedicada a apuntalar los negocios privados que la esposa del presidente, Begoña Gómez, perpetraba desde Moncloa. Despacho gratis y asesora gratis. O más bien despacho y asesora pagado con el esfuerzo fiscal de los españoles.
Más. El ‘hermanísimo’ dimite tras la sospecha de la juez Beatriz Biedma de que su puesto de Artes Escénicas fue creado ‘ad hoc’. En realidad no dimite del puesto, sino del sueldo, señala con ironía Almeida. “En realidad no es una dimisión sino un cese encubierto”, dicen en el PP. Y es que la juez Biedma apunta más arriba del ‘hermanísimo’ porque el presunto trato de favor tuvo un beneficiario pero también un responsable. O varios. Porque el asesor del “querido hermanito” también puede pisar banquillo.
Luis Losada Pescador. Los hay malos, perversos y Pedro Sanchez. Su última maldad ha sido proponer un endeudamiento de las CCAA del 0,5%. De esta forma logra dos pájaros de un tiro: contentar a Junts que siempre reclaman menos corsé de deuda para Cataluña. Pero al mismo tiempo logra sembrar la discordia entre los populares. Génova apuesta por la estabilidad presupuestaria pero los barones prefieren ir más desahogados. Hace un año las CCAA gobernadas por el PP pidieron un margen del 0,3% de deuda; Hacienda se lo negó. Pero ahora las cosas han cambiado. El ‘cambiacolchones’ necesita de Junts. Pero necesita todavía más hundir a los populares. Voilá el dos por uno.
Los de Puigdemont, cada día más contentos de que un prófugo tenga la llave de la gobernabilidad diaria. Es tan escandaloso el protagonismo del secesionista que hasta los socios de Sánchez tienen celos. ¿Hay que romper cristales para que a uno le hagan caso?
Manuel Parra Celaya. Así reza una expresión popular, creo que de origen norteamericano, en alusión a que todas las familias guardan secretos casi inconfesables, que tratan de que permanezcan ocultos incluso a lo largo de las generaciones; este ha sido el tema recurrente de novelas y películas, pero parece que de nuevo la realidad supera a la ficción.
Podemos ampliar su aplicación, y aventurar que igual sucede con todos los grupos humanos, estén o no unidos por lazos de sangre: los partidos políticos, las naciones y no digamos de los bandos en guerra abierta. No se escapan de esta aseveración todas y cada una de las confesiones religiosas (¡y, por favor, no solo la Iglesia Católica!) que, o bien llevaron sus creencias a fanatismos, o cometieron atrocidades sin cuento; es sintomático el ejemplo de los sacrificios humanos en un pasado más bien remoto, como el caso de la religión azteca, a las que puso fin la espada de Cortés y que el señor López Obrador y su heredera se empeñan en silenciar. Claro que hay que tener en cuenta la mentalidad de esos tiempos, el contexto sociocultural en que se produjeron, es decir, la circunstancia, y es absurdo mirar el pasado con las gafas del presente.
Manuel Parra Celaya. Se dice popularmente, con todo el cinismo del mundo pero también con todo realismo, que el que cambia de bando cuando las circunstancias vienen dadas y propicias es un traidor si va del nosotros a ellos, y es un convertido si la operación es a la inversa, es decir, del ellos al nosotros. La figura del convertido -o converso, en términos más clásicos- puede ser objeto de sospechas, en función del entusiasmo o fogosidad con el que abrace las nuevas ideas, pero, a veces, según el contexto o la mala memoria de las gentes, puede ser bien recibido e incluso aclamado.
Casos los tenemos en gran cantidad si echamos una ojeada a la historia; desde el “marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional” de Fernando VII al caso del general Cabrera, que, de Tigre del Maestrazgo en el carlismo, pasó a difundir en 1875 un manifiesto poniéndose al lado de Alfonso XII “con la intención de salvar los principios que siempre he defendido, que yo quiero defender todavía y que espero me ayudaréis a defender, donde estaré a vuestro lado y donde moriré”.