José María Caparrós

No me refiero a la enseñanza del cine en la escuela, tan necesaria para los alumnos-futuros espectadores del fenómeno fílmico; sino a las prácticas desarrolladas en diversos colegios españoles, que distintos pedagogos están desarrollando en sus respectivos centros educativos.

Hoy sólo comentaré una práctica cinematográfica realizada durante el curso académico 2010-2011 en Cataluña. Bajo un programa titulado “Cinema en curs”, varias centros barceloneses han realizado una serie de cortometrajes, filmados por sus propios alumnos de Primaria y Secundaria. 14 películas escolares, que confirman lo que expondría Alain Bergala, en su libro La hipótesis del cine: el cine se aprende no sólo viéndolo, sino también haciéndolo.

En esta obra pedagógica, subtitulada “Pequeño tratado sobre la transmisión del cine en la escuela y fuera de ella”, el teórico francés aboga por la práctica cinematográfica, del alumnado, actualmente facilitada por las videocámaras, y el empleo de clips de películas para enseñar distintas materias en clase.
De ahí que la iniciativa promovida por la asociación A Bao A Qu, con el apoyo del CoNCA (Consell Nacional de la Cultura i de les Arts), la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona, sea una muestra de la madurez de las nuevas generaciones.

Chicos y chicas han dado a luz títulos tan significativos como “Sin rumbo”, “Mirades que escolten”, “Camins, silencis i sonriures”, “Cambio de papeles”, “Temps a venir”, “Tornar a començar” o “La última fiesta”, hasta 14 películas escolares.

Un reportaje en imágenes de esa relevante actividad pedagógica puede encontrarse en la web http://blocs.xtec.cat/cinemaencurs1011/