Javier Paredes. Hoy el protagonista del día no es una persona, sino una cosa. Y si esto es posible es porque la cosa-protagonista es el símbolo de muchas personas, porque sólo las personas pueden ser  protagonistas de la Historia. Pues hoy el protagonista es el ferrocarril porque el 4 de enero de 1857 se inauguró la ampliación de la línea de Barcerlona-Mataró hasta Areyns de Mar. Años antes, en 1848, se había inaugurado el primer de ferrocarril tramo de 28 kilómetros entre Barcelona y Mataró. Tres años después corría el tren desde  Madrid a Aranjuez.

 El ferrocarril fue saludado en el siglo XIX como el “progreso de los progresos”, porque pensaban los muy progresistas de nuestros retatarabuelos que iba a llevar la riqueza industrial a todas las provincias. Comenzaba su andadura el ferrocarril a la sorprendente y progresista velocidad de 50 kilómetros por hora. Las gentes de entonces, como las de hoy con el AVE, se quedaban extasiados ante la velocidad. Tan extasiados ante el progreso material se quedaban y nos quedamos, que no caemos en la cuenta de que no necesariamente se progresa siempre, porque unas veces vamos hacia adelante y otras hacia atrás. Además lo importante, como dice la canción popular no es llegar a Nueva York en un abrir y cerrar de ojos, sino saber para qué se va a los sitios. ¡Ay señor Macario, estos progresistas qué atrocidad!

 Cómo está el mundo, señor Macario
 cómo está el mundo, qué atrocidad,
 con tanta radio, con tanto cine,
 vamos pa lante, [o] vamos pa atrás

 El tiempo que tardabas de la "Bombi"
 al centro de Madrid en un simón
 te lleva a Nueva York un aeroplano
 ¿y qué haces tan temprano en Nueva York?