Muchas veces es interesante asomarse al balcón europeo para reconsiderar lo que tenemos en casa, y mirar con otros ojos lo que ya nos resulta familiar para poder darle otra vuelta. Si hablamos de semillas de marihuana, la legalización de su venta, los clubes cannábicos… quizás pensemos que las cosas no se han movido mucho desde hace años, pero si echamos un vistazo al barómetro encargado por la Comisión Europea para relacionar juventud y drogas, veremos que ha aumentado el número de jóvenes a favor de la legalización. Esta tendencia es generalizada en Europa, pero particularmente marcada en el caso de España, donde se ha pasado del  35% al 47% de los jóvenes que pide una regulación sobre el tema. Este cambio de actitud puede tener que ver, como afirma Martin Jelsma (del programa de Drogas y Democracia del Transnational Institute) con la “discusión abierta” y la proliferación de los clubes cannábicos (en España, sobre todo en Cataluña y País Vasco). Estos clubes son asociaciones de consumo cuyos socios retiran una cantidad estipulada pagando una cuota anual, y además dan información y soporte a consumidores, bien sea con fines medicinales o recreativos. Como señala Óscar Parés del ICEERS “es importante diferenciar entre asociaciones de consumo y coffeeshops”.

Este cambio de tendencia en los jóvenes también parece estar asociado a una diferenciación muy clara entre drogas duras y blandas, ya que parece que lo que prevalece en el caso de la marihuana es un consumo responsable, lejos de los excesos asociados a otras drogas, cuyo estigma a veces parece “contagioso”.

Aún así es importante reseñar que más allá de este balcón europeo, si nos asomamos al resto del mundo, la sociedad de este continente no es la más favorable a la legalización de la marihuana, ya que EEUU lo supera con creces, y algunos países de América Latina han puesto en marcha políticas absolutamente vanguardistas alegando una por fin efectiva lucha contra el narcotráfico. Perspectivas globales para un problema global como es el uso de las drogas.