José María Caparrós

El pasado 20 de noviembre ha acabado la segunda época socialista, un período en el que vio la luz la tan esperada Ley del Cine (2007), una debatida Orden Ministerial para su aplicación –que fue recurrida ante la Unión Europea poco antes del final de la legislatura del PSOE– y el polémico doblaje de las películas en catalán, que ya comentamos días atrás.

Ahora, bajo el mandato del Partido Popular, algunos especialistas piensan que dará un giro el cine español. Así lo han manifestado en la revista Cahiers du Cinéma. España, núm. 50 (noviembre 2011), en un revelador dossier preparado por Carlos F. Heredero y Begoña Piña, con el título de “20-N: Políticas para el cine español” (pp. 18-37).

Los diversos partidos –entre ellos, el mayoritario PP y el hoy opositor PSOE– se pronuncian en torno a un posible cambio en esta nueva etapa. Y los críticos de la revista ofrecen un decálogo que se resume así: 1) priorizar el criterio cultural de las ayudas; 2) eliminar discriminaciones y fomentar la igualdad; 3) regular la participación de las televisiones; 4) potenciar la distribución del cine español; 5) preservar la exhibición y ayudar a la digitalización de las salas; 6) profesionalizar y modernizar las instituciones; 7) dinamizar la política patrimonial; 8) vincular el cine a la educación, 9) potenciar los cortometrajes; 10) impulsar el estudio y la reflexión sobre cine.

En fin, se trata de ponerse a trabajar para levantar de una vez el endémico cine español de nuestros amores (y dolores).