El protagonista del día es Ramón Cabrera, que nació el 27 de diciembre de 1806 en Tortosa. De guerrillero se convirtió en el general de los carlistas. Durante la primera guerra carlista (1833-1840) los liberales fusilaron a su madre; fue aquel uno de los acontecimientos más deplorables de aquella guerra civil, que desató la venganza y la crueldad de Ramón Cabrera, que ha pasado a la Historia con el nombre de El Tigre del Maestrazgo.

Pero todas aquellas furias amainaron en el exilio londinense, tras la derrota de los carlistas. En Londres conoció a Marianne Catherine Richrads, que tenía tres destacadas cualidades: era catorce años más joven que él, además o sobre todo era propietaria de una de las principales fortunas de Inglaterra, al concurrir en ella por herencia los patrimonios familiares por línea paterna y materna y, en tercer lugar, era protestante. Contrajeron matrimonio y residieron en una de sus grandes fincas, cuando regresaban a Inglaterra después de los largos viajes por Europa, que acostumbraban a realizar con bastante frecuencia.

Se entiende que todas estas circunstancias enfriasen el ardor político y guerrero del carlista Cabrera, hasta el punto de que acabó reconociendo, en Alfonso XII; es decir, la rama contra la que había combatido. El Tigre del Maestrazgo justificaba tan notable cambio por amor a la paz, a la patria y a los españoles. Alfonso XII le reconoció el empleo de capitán general del ejército.

La fiereza del tigre mutó en ronroneo. Y ronronear, según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, es una especie de ronquido que emite el gato cuando está satisfecho.