
Miguel Massanet Bosch. En España, para castigo de los ciudadanos y sopor de las personas inteligentes, tenemos la desgracia de tener que soportar a determinados grupos que se han atribuido a sí mismos, sin que nadie les diera licencia para ello, la misión de decirnos a los españoles lo que debemos y no debemos hacer; lo que ellos consideran que está bien y aquello que deciden que no debe hacerse; es decir que, así como tenemos un Tribunal Constitucional encargado de velar por el cumplimiento de la Constitución ellos, motu propio, se han erigido en los vigilantes de la moral y ética de los españoles y en los censores, ya diría que inquisitoriales, de la conducta del gobierno de la nación.