
Covadonga Sourbé. Sobrecoje la frialdad del cirujano abortista argentino Germán Pablo Cardoso cuando confiesa sin ningún remordimiento de conciencia practicar abortos a destajo desde el año 2000 a cambio de 786 dólares, aun reconociendo que, según su dilatada experiencia, “no hay mujer a quien no le pese la decisión de abortar”.