El semáforo ya está permanentemente en verde para ellos: y siempre en rojo para los catalanes que nos sentimos españoles
Manuel Parra Celaya. En mi artículo de la semana anterior, atendí a lo trascendente y tiré por elevación; reflexioné en voz alta -aunque sosegado, como dije- y me centré en las últimas y más profundas razones del hecho. Hoy, por el contrario, aunque persiste la serenidad, me he propuesto reírme de lo acontecido en el carnaval callejero-policíaco de la escapada de Puigdemont; primero, porque la vis cómica es siempre más saludable al cuerpo y al espíritu, y, segundo, por intentar evitar que otros se rían de mí, tal como lo están haciendo con muchos conciudadanos.
La Asociación Española de Consumidores lamenta el caos organizado por la Operación Jaula de Puigdemont
Desde la Asociación Española lamentan el caos que se ha organizado en la ciudad de Barcelona con la activación de la operación Jaula por parte de los Mossos d'Esquadra en busca de Carles Puigdemont.
Esto ha provocado importantes retenciones de tráfico en las vías de salida de la ciudad, pudiendo ocasionar importantísimos perjuicios a los consumidores que, por ejemplo, tengan que ir al aeropuerto para realizar un viaje entre otras cuestiones.
Humillación Puigdemont
Luis Losada Pescador. El prófugo Puigdemont escenificó este jueves su primer acto de campaña. Rodeado de los suyos anunció su candidatura a las catalanas y su -supuesta- renuncia a las europeas. ¿El escenario? Elna, un pequeño municipio al sur de Francia, de nuevo, burladero de la justicia española. Elna es simbólico para los secesionistas porque ahí es donde se imprimieron las papeletas del 1 de octubre y donde se guardaron las urnas fake que el CNI -supuestamente- no fue capaz de encontrar. La escena, épica. Cientos de personas aclamando al prófugo de “president”. Él, ufano, anuncia que terminará el trabajo que dejó a medias, que pretende restituir la presidencia destituída por el 155. Presume de ser el garante de la gobernabilidad de Sánchez y de que la legislatura se negoció en Bruselas. Una “anomalía democrática”, dice. ¡Y tanto! Lo peor es que Puigdemont tiene razón. Escucharle presumir de cómo chantajeó y chantajea al gobierno es todo menos la cacareada concordia.
Humillación Puigdemont
Luis Losada Pescador. Puigdemont no descansa. Se permite amenazar al presidente Sánchez en el Parlamento Europeo: “Las oportunidades hay que aprovecharelas; sino, habrá consecuencias desagradables”. Matonismo de quien disfruta de la vergonzante impunidad que le promete un gobierno legítimo legalmente pero profundamente inmoral y humillante. El prófugo sabe que lo importante es la foto. Por eso busca la foto de la “rehabilitación total”. El ‘cambia colchones’ que se había comprometido a traer a España a Puigdemont ahora se hinca de rodillas buscando su aprobación. Y sí. Lo traerá a España. Pero no para juzgarle. Ya sólo le falta la silla gestatoria…
Llarena se cobra la factura
Luis Losada. Tras entrar en vigor este jueces la eliminación del delito de sedición y la rebaja de la malversación, el juez Llarena emitió un auto por el que anunciaba que retiraba la acusación de sedición al haber sido suprimida en lo que califica como “despenalización” del 1 de octubre. Aprovecha para recordar que la existente regulación de la sedición hasta ahora era “perfectamente homologable” a nuestro entorno europeo, desmontando el mantra de que había que homologar el delito con Europa. Tampoco cabe considerar los hechos sediciosos de desordenes públicos agravados porque lo que hubo por parte del gobierno catalán fue un “desbordamiento” del orden constitucional, señala el juez del Supremo. Es decir, rebelión. Y en todo caso, sedición. Pero nunca desordenes públicos.
LA SAGA-FUGA DE PUIGDEMONT
Manuel Parra Celaya. Como ya habrán advertido los sagaces lectores por el título de este artículo, casi literalmente plagiado del genial Gonzalo Torrente Ballester -junto a cuya efigie tuve el honor de tomar un café en la Plaza Mayor de Salamanca hace pocos días-, mi indignación inicial se debía al número circense protagonizado, al alimón, por el prófugo de Waterloo y las Fuerzas de Seguridad autonómicas; y todo ello bajo la espesa capa de silencio de los normalmente locuaces ministros, portavoces y consejeros de La Moncloa. El resumen del sainete es conocido por todos a estas alturas: el fugado entra en España impunemente, tras varios años en que se puesto de manifiesto la insolidaridad europea y la animadversión hacia nosotros de la judicatura de varios países de la Unión; el mencionado prófugo de la justicia española anuncia públicamente sus intenciones urbi et orbi, y las cumple sin que aquí se mueva ni un servicio de -llamémosle- inteligencia; claro que no es difícil la jugada, cuando no existen fronteras y otros muchos delincuentes se aprovechan a diario de esta situación; actúa en un breve mitin callejero, en un escenario montado ad hoc, ante sus fanáticos seguidores…y desaparece cual nuevo Houdini.
Juez Llarena: me expliquen la tocata y fuga
Luis Losada Pescador. Que el ‘performance’ de Puigdemont nos ha dejado en ridículo a los españoles es una obviedad. Se ha reído del Estado de Derecho. Los Mossos d’Esquadra honestos se sienten humillados por el ridículo. La imagen exterior de España ha caído varios enteros. ¿Que la policía española no es capaz de detener a un prófugo delante de sus narices y se permite dar un mitin retransmitido por televisión? Áteme esa mosca por el rabo… Ahora toca explicar qué ha pasado. Lo que es seguro es que no ha sido un fallo. En todo caso, muchos y concatenados. El primero, político: la decisión del gobierno de que el CNI no monitoreara a Puigdemont. Sería lo lógico en términos de seguridad nacional; ¿cómo no íbamos a monitorear a quien ha hecho una declaración unilateral de independencia, anuncia que lo volverá a hacer y está huído de la Justicia en Francia y Bélgica gracias a la deslealtad de nuestros socios europeos? Pero, claro, en términos políticos es incomprensible que Inteligencia investigue mientras los políticos negocian y pactan una investidura, unos presupuestos y una legislatura. Dónde, cómo y lo que quiera el prófugo. Pues ya estaría: CNI fuera.
Sánchez huye del conflicto y Puigdemont lo busca
Luis Losada Pescador
La relación de Sánchez con Puigdemont es tormentosa. Tóxica, que dirían los desamorosos actuales. Sánchez trata de evitar el conflicto y el espectáculo de las últimas semanas. Nadie en el PSOE ni entre sus electores está especialmente satisfecho con la escenificación del chantaje del fugado y la debilidad presidencial. Nadie. Así que trata de cerrar una agenda al menos hasta las europeas. ‘Acepto pulpo como animal de compañía pero déjame respirar hasta junio’. El problema es que la contraparte vive del conflicto. Se alimenta del conflicto. No es nadie sin el conflicto. No es que le interese la tensión es que la tensión es su salvavidas, nunca mejor dicho. Y además, su lealtad es tan confiable como la virginidad de la calle Montera...
La Audiencia Nacional ahora atribuye a Puigdemont un delito de terrorismo
Culebrón de película. Mientsras el gobierno negocia con Puigdemont, el juez de la Audiencia Nacional que investiga la causa de Tsunami Democràtic atribuye al ex president Carles Puigdemont, a la secretaria general de ERC, Marta Rovira y a ex altos cargos de la Generalitat un delito de terrorismo por su implicación en la plataforma puesta en marcha en 2019 para organizar protestas masivas contra la sentencia condenatoria del procés. Junto a ellos hay otros 10 imputados entre los que se encuentran algunos considerados como 'estado mayor" del proceso independentista.
Puigdemont, a prisión: ¿Por qué se produce ahora su detención?, ¿es posible su extradición a España?
Luis Losada Pescador. Sorpresa tras la detención en la noche del jueves de Carles Puigdemont en Cerdeña (Italia) Acudía a un acto cultural junto a la presidente del Parlament, Laura Borrás. Quizás ambos pensaban que Cerdeña forma parte de los llamados ‘països catalans’ por razones históricas. Pero la realidad es que aunque en Cerdeña se hable catalán, es Italia; y que la orden del juez Llarena estaba vigente. Ahora el debate jurídico se centra en si Luxemburgo dejó la euroorden en suspenso. El equipo jurídico del fugado confía en el Tribunal de Justicia de la UE para mantener su vergonzosa impunidad. Es duda que Luxemburgo dé luz verde a un asunto tan polémico y controvertido cuando al mismo estado, España, no parece interesarle demasiado. Más bien le interesa que no se aplique la euroorden para seguir manteniendo la mesa de negociación…