La Lupa del Ya. Aunque hasta el momento entre los clientes de Bankia se ha aceptado con relativa calma la entrada del Estado como accionista de la entidad financiera, no ha ocurrido lo mismo con los inversores, que han precipitado una importante caída de su cotización. Bankia ha perdido ya más de un 45% en la Bolsa española, desde que debutó en el mercado el 20 de junio de 2011. Realmente, ¿podemos estar tan tranquilos los clientes de Bankia?
La preocupación por Bankia se inició a raíz de la espontánea dimisión de su presidente, Rodrigo Rato, que además llevaba en el cargo desde diciembre de 2010, es decir, demasiado poco tiempo para un cargo de esa envergadura.
Sobre si se trata de una dimisión real o más bien “forzada” se ha hablado mucho. Sabemos que Bankia atravesaba dificultades económicas y que necesitaba un buen plan de saneamiento debido a la existencia de activos inmobiliarios por valor de 31.800 millones de euros que lastraban la economía de la entidad. En la negociación del plan surgieron serias desavenencias entre Bankia y el Ministerio de Economía. Parece ser que resultaba conveniente que Rato desapareciera de la escena de Bankia debido a que así lo solicitó el Gobierno, después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) pidiera cambios en la gestión de la cotizada fruto de la fusión de siete cajas, aunque sin citarla expresamente, y de que el Banco Central Europeo (BCE) conminara a España a culminar la labor de restructuración financiera.
En este sentido se expresa José Blanco, ex ministro de Fomento y diputado del PSOE, en su página personal de internet. Blanco considera que Rodrigo Rato es en realidad una víctima del "sueño del ladrillo" que paradójicamente impulsó él mismo como vicepresidente económico del Gobierno de José María Aznar: "Aznar soñó su particular Arcadia de 'ladrillo' y su Gobierno, con Rodrigo Rato al frente del equipo económico, pergeñó los instrumentos para hacerlo posible: una Ley de Suelo (1998) que decretaba que, salvo prohibición expresa, todo el territorio era urbanizable", recuerda.
Prosigue Blanco apuntando que el estallido de "la 'burbuja' inmobiliaria" la están pagando "miles" de familias y empresas "por falta de crédito" y "millones" de españoles con sus puestos de trabajo.
La otra cara de la moneda son las declaraciones emitidas por Vicente Martínez-Pujalte, portavoz económico del PP en el Congreso, quien considera que Rato "heredó una situación envenenada" con una información insuficiente y sin un esquema de protección de activos, de lo que hace responsable al Banco de España. Es decir, además de exculparle de una mala gestión, afirma que además a Rodrigo Rato "le forzaron a quedarse" con Bancaja.
Pujalte considera que son culpables de la situación, por un lado, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, por no hacer bien la tarea. Por otra parte, la gestión del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Y, por último, las “entidades financieras” que dieron créditos sin hacer un buen estudio de los riesgos, contribuyendo al crecimiento del número de familias y de empresas endeudadas.
María Dolores de Cospedal, Secretaria general del PP, defiende también la gestión de Rato al frente de Bankia recordando que asumió la dirección de la entidad en un momento "muy complicado". Además, ha aprovechado para criticar la actitud del PSOE en este tema.
Pero, dicho todo esto ¿podemos estar realmente tranquilos quienes tenemos una inversión en Bankia? ¿Es segura la entidad que ahora preside José Ignacio Goirigolzarri? Necesitamos más información.
Retomando las declaraciones del portavoz 'popular', Martínez-Pujalte, quien ha señalado que “Los accionistas de Bankia hoy están más tranquilos y los depositantes, mucho más" aunque "no ha habido ninguna ayuda pública a nadie, por ahora. Alaba además la decisión de Rajoy en Bankia de prescindir de ayudas públicas y hacerse con los activos.
El secretario de estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, tras la entrada del Estado en la entidad, ha señalado "Yo soy cliente de Bankia y sigo siendo cliente de Bankia. Punto. Queda dicho todo. Entiendo que no hay el más mínimo problema, en absoluto. Todos los que somos clientes tenemos que estar tranquilos".
Buenas noticias son las que provienen de Bankia y de los sindicatos UGT y CC.OO, quienes han afirmado que no se ha producido una salida significativa de depósitos del banco, el mayor problema al que puede enfrentarse una entidad próxima al rescate. No hay una verdadera situación de alarma real. Si bien es normal que muchos clientes han acudido a las oficinas de la entidad financiera en busca de respuestas sobre sus ahorros.
Sin embargo, sí existen problemas en las participaciones preferentes, que o bien tienen al usuario atrapado, o bien, los que se han acogido al programa de conversión en acciones de bankia, han sufrido pérdidas considerables.
Otro punto difícil es la integración operativa de la red de oficinas de Bancaja en Bankia, que se consumó hace solamente un mes. Se están produciendo caídas de cajeros, dificultades para formalizar operaciones y las inevitables colas en las sucursales.
Por otro lado, la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) exigió ayer que, debido a la necesidad de saneamiento de Bankia, es necesario pedir responsabilidades políticas y técnicas. En esta línea se manifiesta el presidente de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), Manuel Pardos, que va a proponer a los clientes y pequeños accionistas de Bankia una petición de responsabilidades a la entidad por convertirlos en "paganos del desastre financiero del grupo".
La Unión de Consumidores de Castelló (UCE) por su parte, ha iniciado un proceso de recogida y estudio de la documentación de los clientes de Bankia sobre productos financieros de riesgo que tengan contratados ante la posibilidad de entablar acciones judiciales en defensa de sus intereses.