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José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

los trabajadores de la empresa M.C. Cormik

1º de Mayo 1886 - 2013: Didáctica de las fechas

Manuel Parra Celaya. Resulta que en 1886 los trabajadores de Chicago, que asumían jornadas de trabajo que llegaban a las dieciséis horas, constituyeron  la Asociación para la jornada de ocho horas  y llevaron a cabo una huelga general a la que se sumaron 200.000 obreros; la policía, instigada por los poderes económicos abrió fuego contra los reunidos ante la empresa M.C. Cormik y el resultado fue de cuatro muertos y varios heridos; al día siguiente, una gigantesca manifestación en Haymarket Square dio lugar a varios incidentes, entre ellos el lanzamiento de una bomba (cuyo origen e inspiración se desconocen), con policías muertos y nuevas descargas contra los manifestantes. A raíz de todo ello, fueron detenidos los principales líderes obreros y, tras un juicio sin pruebas, ejecutados en la horca.

 Este es el origen, y no otro, de la fecha del 1º de mayo, de la que se apropió la Internacional Comunista sin ningún miramiento; y así hasta nuestros días, en que Europa entera se manifiesta sin conocer, posiblemente, que se trató de una reivindicación sindicalista y no de carácter ideológico inspirada en las teorías de don Carlos Marx.

 Como es lógico, mis alumnos no sabían de dónde venía ese miércoles festivo; algunos me decían que era” por  los recortes”; otros, que “contra el PP”, y así sucesivamente. Interrumpí  el apasionante tema de los constituyentes de la oración y quise dedicar unos minutos a la didáctica de la fecha. Por curiosidad, pregunté a continuación si sabían qué se celebraba al día siguiente, 2 de mayo. Esta vez, silencio absoluto. Nuevo aparcamiento del tema gramatical e inmersión en la Historia, esta vez, de España, con su levantamiento popular y nacional contra las bayonetas ilustradas y liberales de Napoleón.

 Esta didáctica de las fechas se me ha convertido en una costumbre. Considero que forma parte de mi función de educador, por encima de la de docente de una materia específica; además, sé que, ante determinadas conmemoraciones algún compañero bienintencionado se me adelantará y prefiero tener opción a proporcionar una información más objetiva a un alumnado que no suele distinguir cuándo vivió Napoleón y a qué siglo pertenece el 1886 de marras.

 En consecuencia, a principios de cuso suelo aclarar que pasó exactamente el 11 de septiembre de 1714 en Barcelona (se celebra la llamada Diada Nacional de Catalunya) y refiero que mi ciudad  -como Madrid, por cierto- apostó por un candidato al trono de España que resultó perdedor; así que, de lucha por la independencia catalana nada de nada. Al cabo de pocos días, explico qué es eso de la Hispanidad, el 12 de octubre, pues, al parecer, en sus manuales de Historia, se suele despachar el tema (no el concepto, que no aparece) en unas pocas líneas, a menudo despectivas.

 Omito a mis alumnos mi particular cruzada por el Día de la Madre (como ya saben los lectores de Diario Ya lo sigo celebrando, empecinadamente, en su fecha original del 8 de diciembre, mas a ellos no les importa), pero no es raro que tenga que dedicar momentos de clase cuando se acercan las vacaciones de Navidad, porque la inmensa mayoría solo se han quedado con los festejos, los regalos y el colesterólico Papá Noel, cuyo origen en San Nicolás, reciclado por el puritanismo yanqui y la Coca-Cola, es desconocido; el nacimiento del Hijo de Dios les suena a cosa de curas y entonces se hace necesario una pequeña inmersión en teología elemental.

 Hace pocos días, el 23 de abril, se extrañaron de que San Jorge (Sant Jordi) no luchara con un dragón llameante para salvar a la princesa de turno, sino que era un soldado romano de Capadocia que sufrió martirio por ser cristiano; en esa ocasión, no me aparto de mi asignatura para recordarles que, además, se celebra el Día del Libro en conmemoración de la muerte de Miguel de Cervantes.

 Una didáctica de las festividades es importante si seguimos considerando a nuestros alumnos, niños y jóvenes, como seres humanos y, por tanto, como seres históricos, con una tradición cultural a sus espaldas que no deben desconocer. Ya sé que el pensamiento dominante tiene otros parámetros, pero se me dan una higa en tanto me siga considerando el  educador que antes he mencionado y no el sujeto pasivo (y paciente) de una Administración educativa que se empeña en convertirme en simple burócrata del aula, dedicado a rellenar formularios, impresos y encuestas tontorronas y a asistir a no menos tontorrones cursillos donde se me informe de las maravillas innovadoras de la Nueva Pedagogía.

 Para que el lector descanse tranquilo después de leer estas líneas, le recordaré que el 18 de julio coincide con período de vacaciones de verano…