
José Luis Orella
Con el 100 % de los votos escrutados, el movimiento ANO, liderado por Andrej Babiš ha ganado las elecciones generales con un 34,51 % de los votos, que le otorga 80 escaños en el Parlamento. Por el contrario, el equipo gubernamental hasta ahora, la coalición SPOLU (ODS, TOP 09 y KDU-ČSL) quedó en segundo lugar con un 23,36 % de los votos y 52 escaños; en tercer lugar, se sitúa STAN, que es el movimiento alcaldes e independientes con un 11,23 % y 22 escaños, mientras que el Partido Pirata se sitúa cuarto con un 8,97 % y 18 escaños, dejando al SPD de Tomio Okamura en el quinto con el 7,78 % y 15 escaños. En último lugar logró colarse con representación el movimiento Motoristé sobě (Automovilistas), con trece escaños.
La coalición de SPOLU con partidos de conservadores y del Partido Popular han seguido las directrices europeístas de Von Der Leyen y el decrecimiento del nivel social y económico ha favorecido la imagen del millonario Andrej Babiš, denominado el Trump checo, aunque siempre perteneció a la internacional liberal hasta que Victor Orban le convenció de su integración en Patriotas por Europa. Este hecho convierte la victoria de ANO en la República checa en un éxito de Orban que puede hacer renacer el Grupo de Visegrado junto a Hungría y Eslovaquia, aunque con la defección de la Polonia de Donald Tusk.
Andrej Babiš podrá formar ejecutivo si consigue el apoyo del grupo Motoristé sobě, que participa del mismo grupo parlamentario de Patriotas y necesital al SPD de Okamura, que siempre estuvo con Marine Le Pen, pero la entrada de ANO le relegó a buscar acomodo en el grupo de los soberanistas liderado por el AfD alemán. Las negociaciones ya fueron iniciadas en la misma noche del sábado. A nivel negativo tiene al presidente Petr Pavel en una posición atlantista que le puede frenar algunas de las decisiones favorables a la restricción del apoyo armado a Ucrania y una visión contraria a la von Der Leyen.