Redacción. La alianza Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y CIU convierte a Cataluña en la comunidad autonómica con los impuestos más altos de toda España. Se elevan los impuestos del patrimonio y de transmisiones patrimoniales, y se recupera el de sucesiones. Por otra parte, solo dos países en el mundo tienen un IRPF superior al catalán del 56%, Suecia y la Isla de Aruba. En Madrid, el tipo máximo asciende al 51,9%, 4 puntos por debajo del catalán.
La subida impositiva catalana constituye un freno a la creación de empresas nuevas, atraídas siempre a la hora de constituirse por los tipos bajos, así como para el mantenimiento de las ya existentes, que además de resistir a la presión de ‘nacer’ en Cataluña, perjudicadas por la pérdida de imagen generada y fomentada por el Gobierno de Artur Más en los últimos meses por su afán independentista, y que ha llevado a muchas personas a abstenerse de consumir productos catalanes, tendrán ahora que superar el nuevo escollo de tener que pagar más. Así están las cosas en Cataluña.
Se prevé que se aprueben al menos nueve medidas fiscales entre aumentos impositivos y creación de nuevas tasas.
La comunidad catalana será la que más pague en el Impuesto sobre el patrimonio, mientras que Madrid no lo aplica. Cataluña rebaja el mínimo exento de los 700.000 euros vigentes a 500.000 euros.
Por otra parte, se recupera un tributo que casi todas las autonomías han hecho desaparecer para las operaciones entre padres e hijos, el antiguo Impuesto de Sucesiones.
Sube también el Impuesto sobre transmisiones patrimoniales, que grava la compraventa de viviendas de segunda mano, de un 8% a un 10%, mientras que en la mayoría de comunidades se mantiene en el 7%, entre ellas, Madrid.
Además, se establecerán impuestos nuevos, como la Euroviñeta o el tributo sobre bebidas con “exceso de azúcares”, el conocido como “impuesto coca-cola”. Y está estudiando aplicar un recargo para los patrimonios más altos, cuyo tipo actual se sitúa en el 2,5%.
La solicitud de un préstamo hipotecario también resulta más cara si se realiza en Cataluña, que tiene un tipo en el Impuesto de actos jurídicos documentados del 1,5% frente al 1% que existe en Madrid.
La otra cara de la moneda la constituye la Comunidad de Madrid, que es el territorio nacional donde se están creando más empresas y que tiene una menor carga fiscal de toda España.