Vaticano. Claudio Sciarpelletti, el informático que trabajaba para la Secretaría de Estado del Vaticano en el mantenimiento de las computadoras de la Santa Sede, acaba de ser condenado por el Tribunal Vaticano a una pena leve de dos meses de prisión en suspenso, después de ser encontrado culpable de complicidad con Paolo Gabriele, en el robo y filtración de documentos confidenciales.
El italiano de 48 años es culpable de “haber ayudado a eludir la investigación de la Autoridad” esto es, de encubrir al mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, que ha sido a su vez condenado previamente a tres años de prisión reducida a la mitad.
Aunque la sentencia emitida consideraba inicialmente una pena de cuatro meses, se ha reducido a la mitad por la falta de antecedentes penales, y queda además en suspenso por un plazo de cinco años.