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José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

pero sí por medrar en política

El cardenal Richelieu que no derramó ni una gota de sangre, ni de sudor, por el Señor

Javier Paredes. El protagonista del día es Armand-Jean du Plessis, también conocido con el cardenal Richelieu, que falleció el 4 de diciembre de 1642 a la edad de 57 años. Su vida es una paradoja, porque Armand-Jean ha pasado a la historia no con su nombre de pila, sino con el título eclesiástico: cardenal, o sea un hombre de iglesia dispuesto a derramar la sangre por defender la doctrina de Jesucristo. Y lo cierto es que el cardenal Richelieu no derramó no ya una gota de sangre por el Señor, ni tan siquiera una gota de sudor… Sin embargo por Francia, por su rey Luis XIII y por medrar en política, a juzgar por lo flacucho de sus retratos, se debió desangrar y deshidratar en varias ocasiones.

El cardenal Richelieu hizo de todo, probablemente de eso en lo que usted está pensando también, pero que se sepa espió, traicionó, se corrompió, se enriqueció y se alió con el que hiciera falta. Que había que acabar con la influencia de potencias católicas como España o Austria, pues a firmar alianzas con los protestantes, algo muy similar como lo del otro que entregó los medios de comunicación de la Iglesia a agnósticos y protestantes, porque esos sí que tienen tirón para ganar audiencia…

En vida no había quien le tosiera, aunque dice un tal Dumas que había tres mosqueteros que algo hacían. Pero en términos generales, en vida nada de nada. Pero pasados los años… En 1793 los revolucionarios, que además de la guillotina tenían mucho estomago,  profanaran su tumba, exhumaron su cuerpo y le degollaron. Y pensar que todavía hay algunos que siguen presentado a Francia como la Meca de la racionalidad, la tolerancia y la cultura…