El PSOE y su franquicia de Madrid
Javier Garcia Isac. No son nada nuevo los `problemas del socialismo español con su franquicia en la comunidad de Madrid. Desde el inicio de la transición los líos internos han sido varios y muy diversos, las luchas por el poder y la representación de las siglas, han hecho de la federación socialista madrileña un “enjambre” difícil de manejar, una “patata caliente” que nadie se atrevía a enfriar. Solo durante la alcaldía de Tierno Galván, el conocido como “viejo profesor”, posiblemente el peor alcalde que haya dado Madrid en toda su historia, fueron tiempos de relativa calma. Ya se sabe que el poder lo “relaja” todo, es el mejor bálsamo frente a las crisis. Seguramente, estos tiempos de relativa calma también se debieron a que Tierno Galvan no venía de PSOE, si no del PSP, y sirvió como persona de consenso entre los intereses de los socialistas. Una vez desaparecido este, la veda quedo abierta. Los Guerra, los Acosta, los Simancas, los Tamayo y Sáez, los Tomasistas y ahora Carmona, son un ejemplo claro de un gallinero sin granjero, de un rebaño sin pastor, de un barco sin capitán.
El desnortado socialismo madrileño ha vuelto a dar un bochornoso espectáculo. Todo empezó con Tomas Gómez y su tranvía de Parla, después con la gestora presidida por esa joven promesa del socialismo Español conocido como Rafael Simancas, por cierto, creo que Juan Barranco, sin duda mucho más preparado que todos estos, sigue en la política activa, ahora como senador. Vivan las nuevas generaciones de políticos, las jóvenes promesas, aunque haga ya muchos años que dejaron de ser jóvenes, y ahora con Carmona, donde muchos tenían depositados sus esperanzas, pero que después de las elecciones municipales y a la vista de los resultados de las mismas, se ha visto como un autentico incompetente. Su rendición y pleitesía al nuevo equipo de gobierno en el ayuntamiento y su apoyo a la “inacción” del mismo, han obligado a Pedro Sánchez, a tomar de nuevo, medidas drásticas.
El socialismo madrileño ha pasado de ser “opción de gobierno” en el ayuntamiento, ha ser “comparsa” de una “variopinta” amalgama de comunistas, trotskistas, estalinistas, anti-sistemas, okupas y asalta capillas, de muy diversa procedencia y cuya falta de gestión en un ayuntamiento como el madrileño, están haciendo de esta ciudad el hazmerreír de Europa.
Pedro Sánchez desautoriza a Carmona, y no debemos extrañarnos. Si desea una “franquicia” creíble en la comunidad de Madrid, debe proceder a una limpieza desde los cimientos. No basta con primarias cuyo resultado es alterado en caso de que no convengan, no es suficiente con caras nuevas y más simpáticas, esto es un problema de credibilidad, de si se desea ser “opción o comparsa”.
La cuestión es saber, conocer si el votante socialista, el de a pie, le da igual que su partido no gobierne, no gane elecciones, mientras sea la izquierda quien lo haga. Si como me temo, no están descontentos con los resultados electorales obtenidos, a pesar del estrepitoso fracaso de su “equipo”, si lo único que contaba para ellos es que el “centro reformista” abandonara la alcaldía. En ese caso, Pedro Sánchez lo tiene muy complicado. Le será difícil dar gusto al votante, al mismo tiempo que dárselo a los intereses de su partido en Madrid y su clase dirigente.
Se lo cuenta Javier Garcia Isac / Una hora en libertad.