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Victoria del Partido de las regiones con el 30,99% de los sufragios y seis millones de votos
Elecciones en Ucrania
José Luis Orella. Con el 97 % del voto escrutado se confirma la victoria del Partido de las regiones con el 30,99% de los sufragios y seis millones de votos. En segundo lugar quedaría Batkivshina (Madre patria), de la antigua Primer ministro Yulia Timochenko, y su coaligado el Frente para los cambios de Arseni Iatseniouk con el 24,84% de los votos y cinco millones de votos. En tercera posición, el Partido de la alianza democrática ucraniana para las reformas UDAR logró un 13,62% y dos millones setecientos mil votos, que lidera el antiguo campeón olímpico de boxeo, Vitali Klitschkó; el Partido comunista consigue la 4ª posición con un 13,56% de los votos y dos millones seiscientos mil votos; y en quinto lugar el partido nacionalista, Svoboda (Libertad), que con el 10,01%, obtiene el apoyo de dos millones de votos.
El Partido de las Regiones tiene la mayoría apoyándose en los intereses de los rusohablantes de Ucrania del sur y del este del país. También son las regiones mineras e industriales que más han sufrido la crisis, y ven con temor las medidas neoliberales de los prooccidentales. Sin embargo, las medidas de su líder y presidente del país, Víсtor Yanukóvich, con la detención de la principal líder de la oposición, recuerdan excesivamente a los modos de gobernar de Bielorrusia. Su victoria, no obstante, se eleva por el hundimiento total de su viejo rival el político prooccidental Viсtor Yúschenko, hundido en escándalos de corrupción, y que fue el hombre de EEUU para la revolución naranja. En frente tiene a Batkivschina (Patria) haciendo bandera de la detención de su heroína, la guapa exprimera ministra Yulia Timoshenko, cuya libertad es el precio que ha puesto la UE para volver a conceder a Ucrania la posibilidad de negociar un tratado preferencial que le abra las puertas de la comunidad. Las fuerzas de oposición dominan el occidente ucraniano como primera fuerza, y con el refuerzo de la nueva UDAR, mantienen una posición hegemónica en ese lado geográfico, en los jóvenes y en las incipientes clases medias. El contrapeso viene del Partido Comunista de Ucrania, apoyado preferentemente en la enorme masa de jubilados que añoran la vieja URSS, son el aliado del partido gobernante, pero un movimiento sin futuro.
El ascenso de Svoboda (Libertad) que domina la Galitzia occidental, el ámbito ucraniano que estuvo bajo el control polaco y más recientemente austriaco, son los que defienden su occidentalizad y una mayor hostilidad a lo ruso. Su identidad ucraniana, la defensa de sus líderes nacionalistas como Stefan Bandera, y la simbiosis con la comunidad grecocatólica, les convierte en un aliado fiel de la oposición, pero si Ucrania entra en las alianzas comerciales y defensivas de la nueva Rusia, en un movimiento secesionista a favor de la integración de su región en la Unión Europea.