¿Cuántas veces has abandonado el gimnasio después de comprarte todo el equipo y empezar con ánimo? Esta no es solo tu realidad: muchísima gente comienza el curso en septiembre con el propósito de realizar deporte continuado y lo deja antes de fin de año.

Esta realidad, tan habitual en nuestro país, ha cambiado radicalmente para muchas personas gracias a una figura cada vez más presente en los gimnasios: el entrenador personal.

Estos profesionales no solo ofrecen pautas para mejorar el ejercicio: se han demostrado como los mejores aliados para enganchar a los usuarios, que en el compromiso con estos especialistas encuentran el motivo necesario para ponerse la ropa de deporte y entrar a la sala de máquinas.

La figura del entrenador personal: ánimo, seguridad y progreso

Los entrenadores personales son especialistas en la práctica deportiva que trabajan mano a mano con sus clientes para ayudarlos a conseguir sus objetivos, a elevar la seguridad en la práctica y, sobre todo, a mejorar la eficiencia de cada acción en el gimnasio.

El primer paso que se suele dar a la hora de contar con un entrenador personal es mantener una entrevista con él. De esta manera, puede conocer la situación física del usuario, su relación con el deporte, sus limitaciones y, sobre todo, lo que quiere conseguir. 

Dependiendo de si se quiere perder peso, ganar resistencia o trabajar la agilidad, el entrenador personal generará una tabla progresiva de ejercicios que ayudarán a que la persona se oriente hacia su objetivo y consiga pequeños hitos.

En este camino, la psicología tiene un papel muy importante: además de ser un apoyo en todas las sesiones de ejercicio, con esos objetivos alcanzables el entrenador personal consigue elevar la moral de los clientes, que se van sintiendo cada vez más cómodos con el deporte.

Seguridad ante todo

Otro de los beneficios esenciales de contar con un entrenador personal es que se tiene cerca a una persona que sabe ejecutar los ejercicios a la perfección, adoptar las posturas adecuadas, cuál es el peso que se debe levantar…

Es más que evidente que aquellos que acuden al gimnasio con un entrenador personal no solo logran que los ejercicios tengan un mayor efecto, sino que reducen el riesgo de lesiones.

Para estos especialistas en el ejercicio físico, el objetivo es mejorar la calidad de vida y la salud, por eso cuidan la seguridad ante todo.  

Un cambio de vida integral

El deporte es solo una de las herramientas que se deben utilizar cuando se busca un cambio o una mejora física. Los entrenadores personales más capacitados y con mayor experiencia proponen trabajar, a la vez, una mejora en la alimentación.

Por eso, muchos de ellos se forman como nutricionistas, lo que les permite asesorar a los usuarios sobre dietas completamente adaptadas a su condición, a los objetivos que persiguen o a las propias exigencias del ejercicio que realizan.

Ese cuidado por la alimentación es muy relevante a la hora de alcanzar las metas de bienestar con un enfoque personalizado y efectivo. Y solo un entrenador personal que conozca al detalle toda la realidad de los clientes puede ayudar a conseguirlo.