
Luis de Haro
Son numerosos los casos de discrepancia en las relaciones contractuales, y especialmente sangrantes en el caso de las empresas aseguradoras, que hacen de su exhaustivo conocimiento de la ley una posición de fuerza contra el asegurado, que no tiene argumentos porque desconoce la ley y se fía de su empresa aseguradora, que es quién luego le pagará la cuantía de sus indemnizaciones. No es justo que coincida en la misma persona jurídica quien decide la cuantía y quien debe pagarla.
El ensayista y jurista turinés, Roberto Bobbio, considera que la justicia es ese conjunto de valores, bienes o intereses, para cuya protección, los hombres deben recurrir a la nada fácil técnica de la equidad, basada a su vez en la de la convivencia. Aristóteles considera que lo más importante de la justicia es que en cualquier acto se de una igualdad proporcional. Platón habla de la armonía social de la justicia y Santo Tomás considera que los ciudadanos deben tener y disfrutar de los derechos naturales que Dios les da: los derechos humanos.
Son ideas elementales que aclaran la injusticia de la paradójica situación que se produce en las relaciones asegurado-aseguradora, en las que dichas empresas son parte parcial y por tato muy poco objetiva. No se puede servir a dos señores a la vez.
La directiva europea 92/48/CEE dice textualmente “la competencia profesional de los mediadores de seguros constituye un elemento esencial para la protección de los tomadores de seguros y de todos aquellos que deseen contratar un seguro”.
Nos empeñamos en hacer el trabajo del profesional para intentar obtener un mejor precio y una mayor cobertura, pero la realidad es que nos quedamos en manos de las aseguradoras por seguir nuestro propio criterio, que no tiene fundamento. Las aseguradoras son empresas privadas que tienen que obtener el mayor de los beneficios posibles, y es un concepto que está en contra de intentar conseguir las mayores indemnizaciones para los asegurados.
La normativa sigue diciendo “la competencia profesional de los mediadores de seguros constituye un elemento esencial para la protección de los tomadores de seguros y de todos aquellos que deseen contratar un seguro”.
Si esto es verdad lo mejor es buscar un seguro a través de un mediador, de un corredor de seguros que os asegure verdaderamente.