
Teresa García-Noblejas
Parece que Andalucía no está precisamente en cabeza en cuanto a resultados educativos. Sin embargo, hay una cuestión educativa en la que la Junta de Andalucía parece invertir muchos esfuerzos. Se trata, como no, de la educación afectiva y sexual recogida en el Programa Forma Joven, dirigido a alumnos entre 13 y 16 años. Son clases semanales que se imparten en la hora de tutoría, dentro del horario escolar. En principio la clase en cuestión la imparte el orientador del centro educativo con ayuda de tutores y agentes de salud, ya que el citado Programa cuenta con la colaboración de las consejerías de Salud, Educación e Igualdad.
Padres andaluces han denunciado a Profesionales por la Ética que el Programa Forma Joven es un ambicioso proyecto para la formación en salud de nuestros adolescentes. Como explica Fabián Fernández de Alarcón, vicepresidente de Profesionales por la Ética, «empiezan enseñando a los alumnos a lavarse los dientes y a comer fruta y acaban con una caja de preservativos en la mochila como lo más natural del mundo».
Y es que entre los materiales de educación sexual de la Junta de Andalucía hay una Guía para alumnos con frases como esta:
Los ejercicios propuestos a los alumnos en la Guía para Profesionales de Educación y de Salud tampoco decepcionan. He aquí algunos ejemplos:
«En definitiva», explica Fernández de Alarcón, «los alumnos están siendo adoctrinados por la Junta en un modelo de sexualidad bastante discutible, deshumanizador, sin conocimiento de su padres y en un contexto académico muy mejorable, Recordamos a los padres que ningún Gobierno o Administración tiene potestad para educar a sus hijos en cuestiones que afectan a la moral y mucho menos a la intimidad de los menores».