Home

Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

el gobierno se ha marcado como objetivo destruir el catolicismo ern España

La navidad está cerca a pesar de ZP

José María Solanes. Como años anteriores, estamos ya a las puertas de las Navidades para celebrar y conmemorar el nacimiento de Jesús hace más de dos mil años, en Belén. Este es el acontecimiento más grande ocurrido en el mundo desde la creación del universo. Nada más y nada menos que el acercamiento de Dios a los hombres, tomando  nuestra naturaleza que une a su naturaleza divina como Segunda Persona de la Trinidad.

     ¿Cómo debemos celebrar este magno acontecimiento? Pues en primer lugar con un corazón que rebose AMOR. Amor al Niño-Dios y amor a nuestros semejantes, sobre todo a los más necesitados por encontrarse solos y quizás enfermos. Para amar de esta manera, debemos pedir a Jesús que transforme nuestro corazón, de piedra, en muchas ocasiones, por un corazón de carne con los mismos sentimientos de su Corazón humano.

     Como nos decía el Papa Benedicto XVI: “Jesús ha venido a cada uno de nosotros y en él nos ha hecho hermanos. De ahí deriva el compromiso de superar cada vez más los recelos y los prejuicios, derribar las barreras y eliminar las contraposiciones que dividen, peor aún, enfrentan a las personas y a los pueblos, para construir juntos un mundo de justicia y de paz”.

     En estos momentos, el gobierno del Sr. Zapatero, se ha marcado como objetivo destruir el cristianismo, y más concretamente el catolicismo ern España. Estos “laicistas” atacan a la Iglesia Católica por todos sus flancos, sin darse cuenta de que tropiezan con un muro pétreo que les va ha llevar a su autodestrucción. Este muro es S.S. el Papa. También se les puede recordar las palabras del fariseo Gamaliel dirigiéndose al Sanedrín judío, cuando perseguían a los Apóstoles en Jerusalén advirtiéndoles de que se exponían a luchar contra Dios.

     Para la celebración externa de esta Fiesta, con mayúscula,  recordemos las manifestaciones que se han vivido en los cinco continentes desde tiempo inmemorial:

     Sin despreciar el árbol, colóquese un belén tradicional en un lugar principal de la casa.
    El día de Nochebuena, cena de gala con la familia, a una hora prudente para que se pueda asistir a la misa de Gallo.
    El día de Navidad, poner la televisión a las doce del mediodía para recibir la bendición Papal “Urbi et orbi” y así ganar la indulgencia plenaria.
    Llevar a sus hijos o nietos a ver los belenes de la ciudad y oír y cantar  villancicos.

     Termino con el mensaje cantado por los coros de ángeles anunciando el nacimiento de Jesús: GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD. ¡Felices Navidades a todos!