
Fina Millán-Hita. Siniestras palabras para Juan Laporta, presidente de un magnífico equipo de fútbol que aúna hinchas de todos los colores, sentimientos y creencias.
Que el señor Laporta anime a "levantarse" contra los que él considera intransigentes nos recuerda, más de lo que él cree, algunas conductas del pasado que nadie debiera "resucitar".
Debería ser este señor un poco más cauto, más prudente, más sensato, más inteligente, en vez de achuchar a las masas para que le apoyen en sus ensoñaciones personales. Podría la historia tener que acusarle de ciertas responsabilidades que no ha calculado debidamente. Recuerde, señor Laporta, que una vez está lanzada la piedra es difícil de recoger...