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José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

Alimardan Alakbar oglu Topchubashov

Leyenda de Azerbaiyán y embajador en Armenia, Georgia y el Imperio Otomano

Jacobo Rodríguez. Hay hombres que pasan a la historia de sus naciones por méritos propios. Alimardan Alakbar oglu Topchubashov es uno de ellos. Nacido en 1862 en Tbilisi, actual capital de Georgia, fue un político dedicado íntegramente a su país y a su pueblo, Azerbaiyán, done fue embajador, canciller y presidente del Parlamento de la República Democrática de Azerbaiyán.
Su formación fue de las mejores. Ingresó en la Universidad rusa de San Petersburgo y se graduó en la Facultad de Derecho y ya en 1897, el magnate del petróleo Zeynalabdin Taghiyev compró el periódico Kaspi e invitó Topchibashov ser su editor en jefe. A partir de ese momento se implicó activamente en la política y se convirtió rápidamente en uno de los líderes prominentes del pueblo de Azerbaiyán, así como de los musulmanes que vivían en el Imperio Ruso.
Su lema principal giró en torno a las desigualdades en el imperio ruso y el fin a las discriminaciones entre turcos y musulmanes. Al borde de la Primera Revolución Rusa, Topchubashov fue uno de los iniciadores de la famosa reunión de la intelectualidad de Azerbaiyán y la burguesía en el palacio de Taghiyev, el 15 de marzo de 1905. Como resultado de esta reunión se presentó una petición dirigida al zar pidiendo un autogobierno local, nuevos tribunales en todo el Cáucaso, concesión de derechos políticos y libertades a los súbditos musulmanes y distribución de la tierra a los campesinos que carecen de ella.

Al mismo tiempo Topchubashov fue uno de los fundadores de Al- Ittifaq Muslimin, el primer partido político de los musulmanes de Rusia y organizó sus tres conferencias. Se dirigió hacia la tercera conferencia del partido y se convirtió en su miembro de la Mesa y jefe de su Comisión de Derecho. Durante este tiempo, Irán le invitó a dirigir uno de los departamentos del Ministerio iraní de Justicia y reformar su sistema judicial, pero Topchubashov rechazó esta oferta y se mantuvo en el Imperio ruso para continuar su lucha por la emancipación de la población musulmana.

Después de que la República Democrática de Azerbaiyán se proclamara el 28 de mayo 1918, Topchubashov se convirtió en su embajador en Armenia, Georgia y el Imperio Otomano, y fue enviado a Estambul. Luego fue nombrado ministro de asuntos exteriores en el segundo gabinete y fue elegido el jefe del Parlamento en rebeldía el 7 de diciembre de 1918, convirtiéndose así en el segundo jefe de Estado de República Democrática de Azerbaiyán , tras Mammed Amin Rasulzade. Luego encabezó la delegación de Azerbaiyán en la Conferencia de Versalles, abandonando Estambul por París. En la conferencia, se las arregló para reunirse con el presidente EE.UU. Woodrow Wilson y consiguió el reconocimiento de facto de la República Democrática de Azerbaiyán en enero de 1920.
Sin embargo, poco después de la toma del poder bolchevique de la República Democrática de Azerbaiyán, no pudo regresar. Sus cartas a todas las naciones occidentales denunciando la ocupación fueron tomadas en vano. Nadie hizo nada para evitarlo. La Rusia comunista era un rival demasiado fuerte como para crear un nuevo problema. La llegada al poder de los socialistas en Francia y los laboristas en el Reino Unido supuso una esperanza para recuperar la independencia, por las supuestas buenas relaciones de ambos con la nueva Rusia comunista. Pero no sirvió para nada. Al no poder volver a su país se quedó en París, donde murió el 8 de noviembre de 1934, convertido para sus súbditos en uno de los padre fundadores de la nación de Azerbaiyán y en toda una leyenda