
Redacción. La capital de España es el objetivo desde hace unos meses de varios grupos inversores chinos que se plantean construir una ciudad financiera de tamaño gigantesco. Este colosal proyecto ya tiene nombre: Eurochina, y se prevé que en el mes de marzo venga una representación de empresarios chinos para evaluar los terrenos.
El lugar elegido para este centro económico se sitúa entre los municipios de Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz, en una superficie de aproximadamente unos 12 millones de metros cuadrados.
De seguir adelante este ambicioso proyecto, -del que hasta el momento solo tenemos una pequeña referencia de lo que sería en el Banco Santander en Boadilla del Monte-, sería como una pequeña ciudad con amplias zonas verdes, multitud de oficinas bancarias, residencias, complejos hoteleros con algún hotel muy exclusivo, todo tipo de tiendas, empresas, instalaciones deportivas de todo tipo, e incluso un hospital. Se establecería el principal banco de este país asiático, el Banco Chino de Industria y Comercio (ICBC).
Se prevé que la inversión para convertir este sueño financiero en realidad gira en torno a los 18.000 millones de euros.
Al parecer, uno delos objetivos que quiere ver cumplido el Gobierno chino con esta iniciativa es cambiar la imagen que pudiera tener su país y que inunda las ciudades de todo el mundo con productos de baja calidad que se venden en establecimientos 'todo a cien' y de una restauración de comida barata de la que se ha llegado a dudar incluso sobre su procedencia. Ahora la estrategia consiste en fabricar productos de primera calidad a un precio competitivo.
En definitiva, China pretende mostrar al mundo que es una economía emergente.