
Redacción. La nueva presidenta de Corea del Sur es la primera mujer que ha conseguido ocupar este alto cargo en un país de raigambre patriarcal, se llama Park Geun-hye, y ahora se enfrenta al difícil reto de garantizar la seguridad de sus conciudadanos ante la amenaza hostil de Corea del Norte a tenor de las recientes pruebas nucleares.
Para Park Geun-hye, la mayor víctima es la propia Corea del Norte, por lo que le pide que “abandone sus ambiciones nucleares sin retraso y que se comprometa en el camino de la paz y el desarrollo conjunto".
La política ha sido una situación habitual con la que la presidenta surcoreana ha vivido desde su infancia, puesto que su padre, Park Chung-hee llegó al poder por medio de un golpe de estado que el mismo encabezó el 16 de mayo de 1961 derrocando la Segunda República. Tomó el control del país y en 1963 estableció un régimen dictatorial que suspendió la libertad de prensa, restringió las libertades personales y censuró a la oposición política. Creó además un servicio nacional de inteligencia conocido como KCIA. En 1974 un agente norcoreano intentó asesinarlo mientras daba un discurso, pero falló aunque si asesinó a su mujer Yuk Young-soo, que falleció. El 26 de octubre de 1979 fue asesinado por Kim Jae-gyu, director de la KCIA. Y ahora, su hija Park Geun-hye ha sido elegida presidenta de la República en diciembre de 2012 y acaba de asumir el cargo el 24 de febrero de 2013.
En la actualidad, tanto la Presidenta Park,como el líder de la oposición, Moon Jae-in del Partido Democrático Unido, ofrecen una visión bastante compartida y en todo caso moderada sobre las relaciones con su vecino Corea del Norte.