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José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

“de fuera vendrá quien bueno te hará”

Rajoy, España y la madre que la parió

Pedro Sáez Martínez de Ubago. Dice un conocido refrán que “de fuera vendrá quien bueno te hará” y algo así parece que ha ocurrido con aquel coco de la política llamado Alfonso Guerra, famoso por sus exabruptos y el aparentemente bonancible y socarrón Mariano Rajoy.
Alfonso Guerra no se recataba, casi alardeaba, de ser “el malo” del gobierno y profería expresiones como aquél famoso "el día en que nos vayamos, a España no la va a conocer ni la madre que la parió” de 1982. En contraste, el señor Rajoy nunca sube el tono, pone carita de pena y de forma reiterada y monocorde hastía a los españoles con farragosos datos macroeconómicos y globales para hacernos ver que, si las cosas van mal, puede ser o de la herencia recibida o del contexto de crisis internacional. Y, en estas dos excusas y la mayoría absoluta que le avala y claquea en las cámaras, cree haber encontrado la patente de corso perfecta para expoliar a la nación haciendo justo no sólo todo lo contrario de lo que prometió sino también de lo que paulatinamente va anunciando y rectificando contra aquello prometido.
Cuando Guerra anunció lo de la madre que parió a España, se ve que esbozó –y él fue el responsable de la mayoría de las campañas electorales de su partido- todo el programa de gobierno a largo plazo del PSOE y su objetivo.
Y hoy vemos que el objetivo se ha cumplido. A aquella España que votó unas cortes constituyentes y su engendro ulterior hoy no la reconoce ni la madre que la parió. Pero los socialistas nunca hubieran podido llegar a tanto sin la connivencia de un Partido Popular timorato acomplejado y pusilánime de contrarrestar los desmanes del socialismo.

Pero Alfonso Guerra, por lo menos hablaba de España, como estado, como país, pero España. Ahora vemos que, para los populares, España ya sólo es una marca que hay que vender. España para el actual gobierno, para la Corona, ha devenido algo parecido a una denominación de origen de no se sabe qué.

Los socialistas promulgaron unas leyes sobre el aborto que el Partido Popular no modifica esencialmente, aun sabiendo que su proyecto puede no gustar a los obispos. Pero claro, conviene recordar que el Partido Popular nos ha querido vender la moto de que ser cristiano no tiene connotaciones religiosas.

Alfonso Guerra afirmó en agosto de 2010 que "en el Congreso de los Diputados ha salido un tipo diciendo que en su comunidad autónoma con esta Constitución no se puede caminar de pie, que hay que caminar agachado, de rodillas. ¡Y nadie dice nada! Eso es un canto rodado en el río; el canto va y va y cualquier día nos da en la cabeza..."

En 2013 hemos visto a Mariano Rajoy reuniéndose a escondidas –él prefiere decir con discreción- con Íñigo Urkullu y Artur Mas, para ahora anunciar que, mientras a los españoles individualmente se nos está quitando el pan, el techo, el trabajo, la sanidad, la dignidad… de que gozábamos antes de la “transición”, a las taifas autonómicas se les puede permitir ampliar sus déficits y endeudamientos.

Si recordamos que Alfonso Guerra fue vicepresidente del Gobierno desde diciembre de 1982 hasta enero de 1991 y repasamos los datos de las tasas de paro en España,  veremos: cuarto trimestre de 1975 4,2% ; cuarto trimestre de 1982 16,3% –es decir, con el gran Adolfo Suárez el paro subió un 12,1%- 15,7 ; segundo trimestre de 1996 (fin del primer gobierno socialista) 22,6% ; cuarto trimestre de 2011(inicio del gobierno de Rajoy) 22,8%; primer trimestre de 2013 (es decir, hoy) 27,1%.
También parece ser que la deuda de España, con Mariano Rajoy y sus varitas, promesas y rectificaciones,  se acerca ya al 100% de su PIB, lo que nunca había ocurrido. Y lo peor es que, no tiene pinta de arreglarse, porque todo recae sobre los ciudadanos, especialmente los que tienen una nómina y no se dedican profesionalmente a la política, pero no sobre las administraciones y sus responsables.

Al ciudadano se le exprime hasta lo confiscatorio para recapitalizar un sistema financiero que le ha estafado y ahora le niega el crédito. Pero este crédito que se niega al ciudadano, se otorga, junto con pingües subvenciones, que también provienen de los impuestos de los ciudadanos, a las Comunidades Autónomas, a los partidos políticos, a los sindicatos y a sus ejércitos de paniaguados encuadrados en empresas públicas y ONGs. Para todos estos colectivos no hay recortes.

Así, si estudiamos la deuda de las comunidades autónomas, no tanto en números absolutos, que puede resultar engañoso, sino en relación con su PIB, es decir, en relación con su riqueza y capacidad de saldar dicha deuda, las 10 comunidades más endeudadas de España son Castilla La Mancha 25,27% y gobernada por el PP, Valencia 25% y gobernada por el PP, Cataluña 23% gobernada por CIU, Baleares 20% gobernada por el PP, Navarra 15,6% gobernada por UPN con apoyos de PSOE y PP, Murcia 15,6% gobernada por el PP, La Rioja 13,3% gobernada por el PP, Galicia 13,3% gobernada por el PP,  Cantabria 13,3% gobernada por el PP, y Extremadura 13,1% y, también gobernada por el PP ¿Quién puede esperar por consiguiente que el PP lleve acabo un ajuste del régimen autonómico, si éste es el panorama actual?

Por último una consideración lacerante. Este 23 de abril hemos visto a las autoridades de varias comunidades dilapidando en fastos inmorales unos recursos de que carecen para celebrar su día; y esto mismo lo vamos a ver el jueves dos en la comunidad de Madrid. Antes, el miércoles 1, veremos el circo de los sindicatos haciendo más de lo mismo para celebrar algo que no deja de ser irónico e incluso mordaz, el “día del trabajo” en una España con un 27% de paro y dos millones de hogares que no perciben ningún ingreso. Pero, por el contrario, este martes día 30 es San Fernando, día en torno al cual venía celebrándose el Día de las Fuerzas Armadas, pero este año tendrá que suspenderse por falta de presupuestos.

La España del señor Rajoy tiene fondos para las autonomías, los partidos y los sindicatos, para los políticos y la Corona, para instituciones inútiles, obsoletas o desacreditadas como el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas o el Senado… Pero la España de Mariano Rajoy no tiene fondos para honrar a su Ejército ni a sus caídos.

Madre no hay más que una y la común de todos los españoles es nuestra patria. Pero a España ya no la conoce ni la madre que la parió, que muy posiblemente, como se refleja a la luz de la Historia fue la fe católica, otra gran perseguida en la España de Rajoy.