
Eduardo Vicente. Los obispos de Aragón, encabezados por el Arzobispo de Zaragoza, Monseñor Manuel Ureña, han publicado una pastoral conjunta en la que defienden el valor de la vida humana, calificándola de intocable.
La Carta, titulada "No podemos callar, debemos actuar" señala claramente que mantenerse al margen nos puede hacer cómplices por omisión, así como que "es preciso actuar renovada e incansablemente".
En la epístola, los obispos afirman que en España ya existía en la práctica un aborto libre que merecía igualmente un pleno rechazo. Sin embargo esta nueva Ley da un paso más al considerar el aborto un derecho hasta las 14 semanas de gestación, reducir aún más el papel de las familias, cambiar la formación de los médicos, imponer un nuevo programa educativo y además puede suponer un atentado contra la libertad de conciencia de los sanitarios.
Insta, al mismo tiempo, a la ayuda a las madres para que puedan optar a otras soluciones y no se vean forzadas a abortar. Para ello piden el compromiso de todos. Por último, animan también a las madres que hayan abortado a reconciliarse con Dios.
En definitiva, se trata de una Pastoral en la que los obispos aragoneses abordan valientemente el asunto del aborto, rechazando su práctica y buscando alternativas.