
El turismo en Uzbekistán sigue ganando impulso: solo en los primeros cuatro meses de 2025, el país fue visitado por más de 3 millones de turistas extranjeros, lo que representa un aumento del 46,4 % en comparación con el mismo período del año pasado. El flujo principal, como es habitual, provino de los países vecinos de la región.
Según datos del Comité Nacional de Estadística de la República de Uzbekistán, entre enero y abril el país recibió con fines turísticos a 3,1 millones de personas. Esto representa casi 988 mil visitantes más que el año anterior, con un crecimiento del 4,4 %.
Los ciudadanos de los países más cercanos lideraron en número de visitas. En primer lugar se encuentra Kirguistán: desde principios de año, llegaron de ese país 942,2 mil personas. Le siguen Tayikistán (793,9 mil) y Kazajistán (617,2 mil). Después vienen Rusia (240,1 mil), Afganistán (156,6 mil) y Turkmenistán (109,6 mil).
También se observó un interés significativo en Uzbekistán por parte de turistas de países más lejanos. Entre ellos: Turquía (49,4 mil), China (38,1 mil), India (22,6 mil) e Italia (11,1 mil).
Otros 136,8 mil visitantes llegaron desde otros países del mundo.
Expertos señalan que el crecimiento sostenido del flujo turístico está relacionado con el creciente interés por Uzbekistán como un centro de turismo cultural, histórico y gastronómico. El país está desarrollando activamente su infraestructura turística, logística de transporte y promoción internacional.
El gobierno del país planea seguir facilitando el régimen de visado y ampliar la geografía de los vuelos internacionales para atraer a más turistas extranjeros.
El Estado apuesta por un crecimiento turístico sostenible y apoya el desarrollo del sector en todos los niveles: desde la infraestructura hasta la imagen internacional.
En 2024, Uzbekistán recibió 8 millones de turistas y los ingresos del sector turístico alcanzaron los 3,5 mil millones de dólares. En 2025, según la dinámica actual, estas cifras podrían superarse.
Uzbekistán se está convirtiendo no solo en un destino turístico, sino en un verdadero descubrimiento para el mundo. Y parece que esto es solo el comienzo.