
Ángel Sáez García. Zeta es un incompetente,
Amén de un contradictorio
De tomo y lomo, notorio;
Pero no un incoherente,
Como arguye tanta gente.
Zeta es pura coherencia.
Su a la palabra adherencia
Y a la proteica verdad
Caras son de su ruindad,
Muestras de su evanescencia.
La inversión realizada para las candidaturas de Madrid 2008 y 2012 no tendrán ningún retorno en lo económico, aunque si en las instalaciones. La imagen de Madrid y España ha quedado a buena altura y, por primera vez, casa real, gobierno, ayuntamiento, comunidad, oposición... juntos por un objetivo común.
El hombre va en búsqueda de la felicidad aún en situaciones adversas; y si valorara la importancia que eso supone, lógicamente la encontrará. En momentos contradictorios y difíciles, debe prevalecer la reflexión para no quedar en esa situación permanentemente de "tejas abajo", puesto que a la persona le serviría para refugiarse de un estado comprensible, por ser lamentable, de inseguridad y fracaso.
Manuel Olmeda Carrasco. Marx, en la Teoría del Conflicto, elevó a rango de ley el comportamiento y dinámica sociales, en razón de las tesis expuestas por Hegel en su Dialéctica respecto a que todo lleva en sí mismo las semillas de su propio exterminio y el nacimiento de una nueva forma. El experto en economía redujo cualquier movimiento social a una génesis materialista, sin ningún asomo ideológico. El único motor de cambio, desde su punto de vista, se advierte en la lucha de clases, en el enfrentamiento entre las fuerzas dinámicas (el proletario) y las fuerzas estáticas (el capital). El estudio, estrictamente economicista, del devenir humano, se ha mostrado insuficiente e inexacto, tanto en su base dogmática cuanto en sus consecuencias. Países como la antigua URSS o China son prueba insalvable de tal alegato.
La Lupa. Parece increíble, pero es la pura verdad. Don Florentino, aparte de otras muchas cosas importantes, es el presidente del Real Madrid. Pues bien, una vez más, y van ya decenas de veces, ha vuelto a repetir que el Real Madrid tiene que recuperar el tiempo perdido y volver a ganar trofeos.
Daniel Coronado Morón.
Siempre que ojeo (y hojeo) el diario, me gusta pararme en las cartas al director, donde mucha gente expresa su opinión sobre ésta o aquella conducta, sobre algo que le pasó, o simplemente quieren agradecer a los médicos, a los amigos o al sector que le ha ayudado y apoyado en los momento difíciles. Por eso, yo también quisiera también desde estas líneas expresar mi agradecimiento a esas personas que consagran su vida a Dios, desde el sacerdocio o la vida religiosa. Ellos y ellas -sacerdotes diocesanos, hermanos carmelitas, jesuitas, hermanitas de los pobres, y un largo etcétera-
La Lupa del YA. Este nuevo curso periodístico ha devuelto la coherencia a las ondas, y en el espectro radioeléctrico cada voz se ha adecuado de forma coherente a su medio. Algo que desde hacía años había dejado de ocurrir en la cadena COPE. Chirriaba, y mucho, que tras tantos años de ser condenado el liberalismo por la Iglesia, nada menos que un marxista metido de forma sospechosa a liberal, liderase la programación de la emisora de los obispos. Coincidiendo con los cambios en las parrillas de programación, desde diarioya.es lanzamos un curioso experimento sociológico en el ámbito de esa variedad de mentira que siempre ha sido el género de la encuesta, cuando es manipulada.
Domingo Martínez. Ahora ha hecho un año que pude asistir a la Jornada que el papa tuvo en Lourdes el septiembre del 2008. En aquel viaje el Papa calificó como “una luz en la oscuridad de nuestro ir a tientas hacia Dios”. “Ante la gruta de Massabielle –explicó- he rezado por la Iglesia, he orado por Francia y el mundo, he seguido las cuatro etapas del camino del Jubileo y también he rezado con y por los enfermos. Dios no los olvida y tampoco la Iglesia”.
El epígrafe carece de todo signo, paralelismo o atributo que pudiera interpretarse como una maldad intencionada, hecha con la limpieza y maestría del experto tirador de florete. Simplemente es el recuerdo añejo de mi infancia, cuando algún familiar o amigo (ocioso) daba el tostón a los niños cercanos con aquel monótono: ¿quieres que te cuente un cuento billete que no acaba en un periquete? Para, fuera cual fuera la respuesta, continuar indefinidamente: yo no digo que digas que no -o que sí-, yo te digo que si quieres... (iniciando de nuevo la pregunta interminable). Era, en definitiva, el cuento de nunca acabar, que en otras zonas tendría su propia estructura, pero la misma finalidad latosa.