Raúl Martín. PadelStar.
El optimismo es mucho más que una actitud ante la vida, es una fuente de salud y bienestar personal. Cada pensamiento negativo que nos damos a nosotros mismos es una fuente de contaminación física puesto que las emociones también se somatizan. De ahí que el pensamiento negativo produce agotamiento físico y motivación baja.
Cualquier deportista de padel, ya esté comenzando a aprender a jugar al padel o sea profesional, puede incrementar sus resultados de juego gracias al pensamiento positivo pero lo que es más importante, puede sentirse mejor consigo mismo.
Decálogo para alimentar el optimismo:
- En primer lugar, cultiva las habilidades sociales con el rival. Es tu rival pero no tu enemigo, por tanto, practica el juego limpio y cumple las reglas.
- Si haces esfuerzo por buscar razones para ser pesimista siempre las encontrarás. Del mismo modo, si pones tu empeño en encontrar motivos para ser positivo incluso perdiendo tu partido de pádel, también los encontrarás.
- Confía en ti mismo y en el trabajo que has realizado. De cara al futuro, sigue trabajando porque la verdadera clave del éxito deportivo es la constancia. Nada sucede por azar.
- Anímate a romper tus propias supersticiones para liberarte de prejuicios limitantes.
- Céntrate en aquello que estás haciendo en este instante porque cuando lo haces, apartas de tu mente todos los fantasmas.
- La mayoría de los miedos de futuro que vienen a tu mente nunca se harán realidad. Por tanto, usa tu lógica.
- Disfruta del juego sin obsesionarte con el resultado.
- Piensa en todo lo bueno que te da jugar a pádel más allá de ganar un partido. Por ejemplo, te da la posibilidad de hacer amistades con las que compartir una misma afición.
- Empieza a practicar el optimismo en otras áreas de tu vida, por ejemplo, ser optimista en el trabajo y con la pareja.
- Recuerda de cómo piensas se nota en tus acciones porque a través de tus ideas positivas, te sientes más valiente, fuerte y capaz.