El Papa Francisco alaba a los medios honestos
Fidel García Martinez. Cierta prensa anticatólica de todo el mundo desde ha vuelto iniciar el año 2019 con ataques contra los últimos papas, desde San Juan Pablo II hasta el Papa Francisco, pasando por el papa Benedicto XVI por el grave problema del escándalo de algunos clérigos que han abusado sacrílegamente de su ministerio. De nada han servido los reconocimientos de los hechos por parte de los Papas y su radical condena y sus profundos lamentos y disgustos ante pecados tan graves que solo puede perdonar Jesucristo Dios y hombre verdadero, y no ningún hombre ni ninguna institución laica.
El papa Francisco ha vuelto a hablar de tan graves escándalos y de la lucha de la Iglesia contra los abusos en el reciente discurso a la Curia Romana. Un discurso del que los medios de comunicación apenas han dicho nada, ni un mínimo comentario. El papa Francisco con su lucidez acostumbrada aborda todos los grandes problemas que sufre el mundo actual: la emigración de aquellas personas que abandonan sus países de origen y arriesgan sus vidas, hallan la muerte o sobreviven pero encuentran las puertas cerradas y sus hermanos de humanidad entregados a las conquistas políticas y de poder. La muerte cada día de miles de personas, niños, por falta de agua, alimentos y medicinas. La violencia contra las mujeres y los niños. Personas sistemáticamente torturadas en cárceles, campos de refugiados. Innumerables personas que son martirizadas por motivos religiosos. Lo que recuerda las terribles persecuciones de Roma, con los nuevos nerones que oprimen a los creyentes sólo por su fe en Cristo. Grupos extremistas cuyo objetivo único es aniquilar las iglesias cristianos, destruyendo los lugares del culto. Son innumerables los cristianos en muchas partes del mundo que viven bajo el peso de la persecución, la marginación, la discriminación y la injusticia.
El tema de los abusos sexuales por parte de algunos clérigos indignos ha ocupado un lugar muy importante en el discurso del papa Francisco a la Curia Romana. Entre las muchas condenas se puede destacar la siguientes palabras: “También hay hoy “ungidos del Señor” hombres consagrados, que abusan de los débiles, valiéndose de su poder moral y de la persuasión. Cometen abominaciones y siguen ejerciendo su ministerio como si nada hubiera sucedido, no temen Dios ni a su juicio, sólo temen ser descubiertos y desenmascarados. Ministros que desgarran el Cuerpo de la Iglesia, causando escándalo y desacreditando la misión salvífica de la Iglesia y los sacrificios de muchos hermanos. (…) Queridos hermanos y hermanas: Está clero que antes estas abominaciones, la Iglesia no se casará de hacer todo el necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes. La Iglesia nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso. Es innegable que algunos responsables, en el pasado, por ligereza, por incredulidad, por falta de preparación, por inexperiencia o por superficialidad espiritual y humana han tratado muchos casos sin la debida seriedad y rapidez. Esto no volverá a suceder. Esta es la elección y la decisión de toda la Iglesia, En próximo mes de febrero, la Iglesia reiterará su firme voluntad de continuar, con toda la fuerza, en el camino de la purificación”
Con mucha razón el Papa en relación con los agentes de la comunicación afirma: Hablando de esta herida, algunos, también dentro de la Iglesia, se alzan contra ciertos agentes de comunicación, acusándolos de ignorar, la gran mayoría de los casos de abusos, que no son cometidos por ministros de la Iglesia y de querer dar forma intencional una imagen falsa, como si este mal ejemplo golpeara solo a la Iglesia Católica. En cambio me gustaría agradecer sinceramente a los trabajadores de los medios que hayan sido honestos y objetivos y que hayan tratado de desenmascarar a estos lobos y dar voz a las víctimas.