Fidel García. El terrible asesinato de un grupo de judíos en Australia mientras celebraba una de sus fiestas más importantes, el jannukkan -fiesta de la LUZ-  que tiene  lugar en el mes de diciembre durante siete días, hasta el 25, con alguna conexión con la Navidad Católica.

Esta fiesta judía tiene su origen en un hecho que lo consideraban milagroso, como es la reconstrucción del templo. El acontecimiento sucedió cuando el rey heredero de Alejandro Magno, Antíoco Epifanes ( epifanía manifestación) quien, endiosado, el 25 del año judío 164 A.C entró con arrogancia en el templo judío de Jerusalén, lo profanó, la saqueó, robando el candelabro de siete brazos totalmente de oro y de un metro y medio de altura. Era el tesoro más importante del templo y brillaba con luz que recordaba la presencia de Dios, sus siete brazos simbolizaban los ojos de Dios. El Antíoco Epifanes colocó en altar sagrado un ídolo lo que en el libro de Daniel  se califica como la abominación de la desolación.

Los Macabeos después de los tres años de la destrucción y profanación del templo por Antíoco Epifanes, que ellos cambiando una letras “m” era Epifames es decir loco, como todos aquellos que se endiosan y caen en la locura, reconstruyeron el templo milagrosamente, porque un ejército como el de los judíos había derrotado a un ejercito muchos más poderoso. La fiesta de jannukkan celebraba la liberación y reconstrucción del Templo, Por eso esta fiesta tenía connotaciones mesiánicas. Era fiesta de la alegría de la luz, se prohibía los lamentos y se intercambiaban regalos.

NAVIDAD   CRISTIANA, Según una peregrina española del siglo IV, llamada Egeria en un importante testimonio, afirma que los cristianos de origen judío celebraban la fiesta de la Navidad del 25 de diciembre. Los cristianos de Jerusalén celebraron la dedicación del nuevo templo, el Santo Sepulcro. Se pueden ver en esta sustitución del Templo de Jerusalén por el Santo Sepulcro de Jesucristo muerto y resucitado; la fiesta judía de la dedicación del templo pasó AL SANTO SEPULCRO. Así los judíos cristianos sustituyen el Templo judío por el Santo Sepulcro.

Cristo Muerto y resucitado ha vencido a la muerte, la luz ha vencido a la oscuridad. Jesucristo es el nuevo templo y definitivo. El mismo confesó a los judíos que refiriéndose a sí mismo resucitado levantaría el templo de SU CUERPO EN   TRES DÍAS.  Las fiestas cristianas tienen sus fuentes en las judías, superándolas y dándoles la plenitud de sentido como es la NAVIDAD.