Marine Le Pen descubre a De Gaulle
José Luis Orella
El congreso de FN en la ciudad de Lille ha dado su punto final a un FN nacido de la mano de Jean Marie Le Pen y que aglutinó bajo su liderazgo a las más variadas “tribus” ideológicas de la extrema derecha y derecha radical, marginadas por el sistema. El nuevo Rassemblement National, o como se denomine en el futuro, pretende conectar, en profundidad, con la mayoría social soberanista y contraria a la Unión Europea existente en Francia. Esta corriente mayoritaria en el electorado francés, tiene su principal característica en extenderse tanto a la izquierda, como a la derecha, compartiendo los valores republicanos provenientes desde la revolución hasta la instauración de la V República por el general De Gaulle.
Sin embargo, para poder conectar con ella, Marine Le Pen lleva tiempo desplazándose a los terrenos templados de la derecha gala, abandonados por el centroderecha, cuando Nicolás Sarkozy lanzó su proyecto en el 2015, de Les Républicains, donde fusionó a gaullistas, liberales y democristianos, aunque favoreciendo la salida de grupos disidentes. La hoja de ruta no es nueva, es reescribir la historia que Gianfranco Fini inició en 1995, cuando en Fiuggi, en el XVII congreso del MSI, se transformó en Alianza Nacional, para ofrecer una imagen de derecha moderada, popular, nacional y social; capaz de instaurar la “democracia directa”. En la nueva formación, pequeñas siglas satelizadas por el FN, como Souveraineté, identité et libertés (SIEL) Republican Entente (ER) Republican Gathering (RR) y Patrie et citoyenneté (PeC), se verán engullidas, pero la gran prueba es si el gaullismo disidente de Debout la France (DLF), liderado por Nicolas Dupont-Aignan, se suma para reforzar la nueva imagen de derecha patriótica de RN. En ese mismo proyecto se encuentra Florian Philippot, antiguo número 2 de FN, y ahora liderando el grupo de Les Patriotes, pero carente de la organización lepenista. El nuevo proyecto se bota con la ausencia del histórico Jean Marie Le Pen, a punto de cumplir los 90 años, autor de su primer tomo de memorias, “el hijo de la nación”, quien va quedando como un vago recuerdo del pasado, en un presente ansioso de olvidarle. No obstante, el futuro promete interés con la vuelta de Marion Maréchal-Le Pen, al escenario político, tras su intervención en USA, ante los conservadores estadounidenses, un lobby influyente del Partido Republicano.
El nuevo proyecto lepenista intenta ser atractivo para retener el tercio de electorales, y sumar más puntos. Marine Le Pen presenta en su programa la lucha contra la globalización neoliberal, la oposición al euro, el combate contra Bruselas, la oposición tajante a la inmigración ilegal, la oposición a la destrucción de la educación y de la cultura clásica, la restauración del Estado de Bienestar y la reindustrialización del país. Como punto final la restauración de la Europa de las patrias: la alianza de Francia, Alemania, Italia y España, evitando su disgregación en pequeños y controlables mini estados, como Bretaña, Lombardía, Baviera o Cataluña. Esta Europa estaría en línea coincidente a la política reformista europeísta que reivindica el Grupo de Visegrado y Austria.