Fidel Garcia. Los 133 cardenales electores no se han puesto de acuerdo para la elección del sucesor de San Pedro. El humo que saludó el cielo de la Grandiosa Capilla Sixtina pese sus escasas proporciones métricas, como se esperaba ha sido negro; los miles de personas reunidos en las Plaza de San Pedro, con sus banderas de diferentes países; algunos fieles y devotos hijos de la Iglesia Católica; otros turistas y otros muchos curiosos que iban a contemplar el espectáculo mirando al cielo para observar el humo blanco, dieron un grito en desacuerdo porque el humo era negro, se cumplía la tradición que solo una vez sin votación previa fue elegido el Papa, esto sucedió cuando Jesucristo mismo eligió Pedro, el pescador galileo, cuando pública y soberanamente le dijo: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra fundamentaré mis Iglesia y las fuerzas de Satanás nunca la derribarán”.
El jueves 8 de mayo se han vuelto a encerrar en la Capilla Sixtina los cardenales electores, para proseguir las votaciones, sin que nadie los vea, porque sigue vigente el OMNES EXTRA del primer día. Antes de proceder a la votación, los cardenales electores celebran en comunidad la Santa Misa y recitarán las Laudes, la plegaria matutina de la Iglesia. De nuevo fumara negra. Después a las 16,30 de nuevo en la Capilla Sextina, solos con su conciencia y la influencia segura del Espíritu Santo, volverán depositar sus votos en las urnas para ellos destinada. Medio mundo estará pendiente de la chimenea frágil y casi eterna de la Capilla Sixtina, que con su humo al cielo llene de alegría o frustración el mundo.