
Emma García. Cuando era pequeña solía escuchar atenta las conversaciones de adultos durante las largas reuniones familiares de la época navideña.
Redacción. Se celebró, como viene siendo ya habitual la concentración de AES, el partido social cristiano, en el día de los Santos Inocentes, a unos metros de la clínica Isadora.
Varios cientos de personas se concentraron por la abolición de toda ley abortista, denunciando tanto la Ley Aído, como la Ley del 85, defendida ahora por el Partido Popular.
"Mi nombre es Gianna Jessen. Tengo 19 años de edad. Soy originaria de California pero ahora vivo en la ciudad de Franklin, en Tennessee. Soy adoptada y sufro de Palasia Cerebral". "Mi madre biológica tenía 17 años y 7 meses y medio de embarazo cuando decidió abortarme por el proceso de inyección salina. Yo soy la persona que ella abortó. Viví en vez de morir".
"Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres". Tomas Becket prefirió enfrentarse al Rey de Inglaterra que desobedecer a Dios.
Clemente Ferrer. La pandemia del sida se empieza a sujetar según la última investigación de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida. Sin embargo, los datos siguen siendo angustiosos ya que, a finales del pasado año 33,3 millones de seres humanos, en todo el mundo, estaban contagiados por el virus de la muerte.
Los santos inocentes de este siglo son las "incontables" personas que han sido masacradas por unos y otros gobiernos sin el más mínimo pudor o dolor, dando a entender que su politica está por encima de la vida.
Redacción. Hasta el 40 % de las mujeres que abortan en España tienen más de 30 años. Esta cifra acaba con la habitual mentira de que el aborto pretende ser una ayuda para las niñas menos de edad que se quedan embarazadas.
Ramón Cabrera fue un carlista que fue vencido por el atractivo de la vida burguesa.
La luz de la primera Navidad fue como un fuego encendido en la noche. Todo alrededor estaba oscuro, mientras en la gruta resplandecía la luz verdadera «que alumbra a todo hombre» (Jn 1,9).
Clemente Ferrer. La pasión por la velocidad, las pruebas de alcoholemia y los diálogos por el teléfono móvil, forman el particular triángulo de la muerte de los conductores adolescentes, según exhibió la investigación “Sensibilización y Reeducación Vial”.