
Jesús D Mez Madrid. Benedicto XVI ha pedido a las autoridades públicas que no violen los derechos del 'nasciturus' con leyes que "legitimen la fecundación in vitro y el aborto".
El divorcio es uno de los principales motivos de sufrimiento de los hombres y mujeres. Mejor haría la sociedad enseñando lo que es una familia en lugar de facilitar el divorcio como falsa escapatoria de los problemas personales.
No Más Silencio ofrece, desde hace 6 años, una terapia especializada del Síndrome post-aborto conocida como La Viña de Raquel, creada por la Dra. Theresa Burke, autora del libro Mujeres Silenciadas, actualmente a la venta en España*. La terapia se desarrolla durante un fin de semana y está abierta a todos los afectados por un aborto, tanto mujeres como hombres. El próximo Encuentro Terapéutico* tendrá lugar el fin de semana del 17 al 19 de diciembre, en Robledo de Chavela (Madrid) bajo la dirección de una psicóloga especializada.
Emma García. Hace aproximadamente una década, por estas fechas, necesitaba adquirir cierto juguete que estaba agotado. Sin éxito me recorrí la mayoría de los grandes almacenes de Madrid y periferia, e incluso llamé a la fábrica
Un país que reniega de sus raices es extremadamente débil y preso de sus propios excesos
Por mayoría los cardenales designan a un Papa y éste se convierte en Papa cuando acepta. Es una decisión personal aceptar, como lo es renunciar al solio.
Carmina García-Valdés. Fundación RedMadre. Cuando Erika confirmó el embarazo no tenía muy claro qué iba a hacer, ni qué iba a ser de ella, de sus estudios, cómo reaccionaría su familia o su novio. Las primeras semanas fueron duras, tenía entonces 16 años, una edad más propicia para el estudio, las amistades, para vivir sin grandes preocupaciones.
Felipe de Hesse obtuvo la dispensa de hacer ver que todos los demás estaban equivocados
Emma García. Cuando era pequeña no existían las consolas, la primera maquinita para jugar la tuve siendo adolescente y recuerdo que consistía en colocar un ladrillo sobre otro a toda velocidad. Tampoco había más de dos canales televisivos, y para echar el rato en familia jugábamos al parchís, al chinchón o al bingo.