
Pedro Sáez Martínez de Ubago. Hay hombres que pasan por la Historia y hombres que la forjan y pasan a ella. Sin duda Blas Piñar ha sido uno de éstos. Un hombre que profesional y socialmente tenía todo lo deseable, pero que decidió renunciar a su comodidad y consagrar su vida al servicio de aquello que, junto con doña Carmen y su familia, eran sus grandes amores: Dios y España.
Prólogo de Javier Paredes al último libro de Blas Piñar, libro de poesías, una de las facetas más importantes y desconocidas de Blas Piñar. Hay música para “un” tiempo y música para “el” tiempo. Y eso mismo ocurre con los hombres. Hay protagonismos engendrados por las modas del momento, que como fuegos artificiales lucen su mentira brillante en el cielo oscuro durante un momento fugaz, y desaparecen para siempre jamás. Y hay protagonistas de la Historia, que siempre serán recordados porque muestran sus verdades a plena luz del día, sin acomodarlas a la dictadura de la moda… Son personas de una pieza, son hombres para “el” tiempo y Blas Piñar es uno de ellos.
Francisco Torres García. No creo que hoy sea capaz, ni de lejos, de poder expresarme con soltura; ni de, con estas líneas, poder rendirle el homenaje que se merece. Pero sé que, al igual que tantas veces intervine con él en actos públicos, en esta hora siempre difícil, siempre amarga, no pueden faltar mis palabras cuando él marcha para siempre a formar en esos luceros que a mí me gusta invocar, porque son los que, con su ejemplo, nos animan a continuar en el combate por España.
Santiago Velo de Antelo. Pocos políticos que vivieron la transición pueden presumir de haber dado un diagnóstico tan claro, contundente y certero sobre los errores que, en esa transición, se estaban cometiendo, como hizo Blas Piñar. Y dos han sido los hechos que los políticos del sistema nunca le perdonaron. Ni al principio de la transición, ni tres décadas después, cuando seguía siendo atacado a pesar de su avanzadísima edad.
Javier Paredes. Probablemente alguien me podría reprochar que no me es lícito hablar de la vida privada de los gobernantes y me recordaría que debo limitarme a la vida pública. Pues bien, Enrique VIII es la prueba del nueve de que no existen dos vidas.
Francisco Torres García. Cuentan que Randolph Hearst le dijo a uno de sus corresponsales “usted mándeme las noticias y yo pondré la guerra”. Viene al caso el recuerdo porque gusta al director del diario El Mundo realizar reflexiones comparativas sobre la actualidad política y no sé por qué, analizando la eclosión de opciones y proyectos ante la puerta que abren las próximas elecciones europeas, me ha venido a la mente la imagen de aquel otro influyente periodista.
Pio Moa. Salvador de Madariaga ha escrito que, después de la sublevación de 1934, las izquierdas carecían de valor moral para condenar el alzamiento derechista de 1936, equiparando en cierto modo ambos hechos. El argumento es, sin embargo, endeble. Las izquierdas atacaron en 1934 a un gobierno legítimo, salido de las urnas y moderado, que defendió la legalidad republicana. Las derechas en 1936 se rebelaron contra un gobierno salido de unas elecciones fraudulentas, violento destructor de la legalidad y amparador de un proceso revolucionario.
José-Tomás Cruz Varela. Tal como era previsible y totalmente en su línea, el presidente del Gobierno decepcionó una vez más en la entrevista emitida por Antena3 el pasado lunes día 20. No aportó ni sola novedad, solución o argumento que no conociésemos, salvo la referencia, totalmente imprudente e inesperada, opinando en plan oráculo que “a la Infanta le irá bien y estar convencido de su inocencia”.
Manuel Parra Celaya. Una de las aficiones de la que no pienso dimitir mientras no me deje Dios de su mano es el montañismo y, en general, la actividad de Aire Libre, que ha sido sabiamente definida de muchas formas pero ninguna de ellas es capaz de abarcar toda la riqueza de sus contenidos y de las vivencias de quien lo practica.
EDITORIAL: ¿Es necesario una opción más centrada de la izquierda española? Si, por lo que UPyD es lógico que tenga su espacio?
¿Y a la derecha?