
Manuel Parra Celaya. Sin apenas respetar el paréntesis obligado de sosiego navideño, volvemos los españoles a enfrentarnos con nuestro destino e incluso con la revisión de nuestro pasado. ¡Qué extraña maldición acarreamos sobre nuestras espaldas para que, a diferencia de otras naciones civilizadas, seamos siempre un borrador inseguro! Recapitulemos, pues, nuestras preocupaciones existenciales colectivas y no tengamos empacho de afirmarnos en una serie de conceptos básicos.
José Manuel Sánchez del Águila Ballabriga. Jurista. Traigo a Gustav Radbruch a colación, célebre iusnaturalista que en su obra “Vorschle der rechtsphilosophie” (1 edición en 1948) dice acerca del positivismo tajante que ha dado alas y libertad y chulería a tantos asesinos: “El positivismo, que podríamos compendiar en la lapidaria fórmula de “la ley es la ley””, dejó a la jurisprudencia y a la judicatura alemanas inermes contra todas aquellas crueldades y arbitrariedades que, por grandes que fueran, fueron plasmadas por los gobernantes en forma de una ley
Ignacio Torres-Brizuela. Ayer estaba cenando con mi familia. Como siempre. Nada extraño. Unas empanadas y la tele puesta para ver las noticias. Fue como lo vi: blogueros y periodistas, perseguidos hasta la muerte por publicar unas ideas contrarias a las de la religión del país. La cadena no se cortó, y mostró las imágenes de los pobres desgraciados a los que habían atrapado (y “ajusticiado”). Mi sorpresa y mis cercanas nauseas no tuvieron nada que ver con la atrocidad de las imágenes ni con las empanadas que estaba comiendo, siendo yo un joven acostumbrado a la más brutal y sangrienta violencia (cinematográfica, eso sí) y estando las empanadas en perfecto estado.
Pío Moa. El franquismo no se entiende sin referirse a la situación histórica de la que surgió, esto es, la crisis de la II República y el Frente Popular. Durante años, en libros, cine y medios de masas se ha idealizado sin tasa y harto infantilmente a la república, presentándola como una exigencia popular manifiesta en las elecciones municipales de abril de 1931. La realidad es que aquellos comicios no implicaban un cambio de régimen; que dieron amplia mayoría a las candidaturas monárquicas, excepto en las grandes ciudades; y que fueron utilizadas por los republicanos para crear una presión de masas golpista (meses antes habían intentado un golpe militar) para derribar la monarquía.
EL RUMOR DEL ESPÍA: Ciento veinte millones de euros. Esta ha sido la cifra que el Real Madrid había ofrecido para fichar al futbolista brasileño Neymar Dos Santos y lo que desató que la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitara al juez Pablo Ruz que admitiese a trámite la querella contra el presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, por un supuesto delito de apropiación indebida en el fichaje del futbolista. La Fiscalía duda que una operación que se podría haber cerrado por 120 millones, lo haya hecho finalmente por 57, que es lo declarado oficialmente.
Jesús Asensi Vendrell. Los de izquierda, y también algunos de derechas que se creen muy progresistas, siguen erre que erre, quejándose a toda hora sobre la libertad femenina cercenada, según ellos, por culpa de la nueva ley del aborto. Y tan dramático nos lo pintan, que al final harán creer al resto del mundo mundial que aquí en España las mujeres sufren de una atroz esclavitud sexual.
José-Tomás Cruz Varela. Monarquía y Casa Real, están padeciendo uno de sus peores momentos y con expectativas de ir a peor, tal como refleja la encuesta de Sigma Dos el pasado día 3. Con posterioridad, el último de sus desdichados acontecimientos, lamentablemente, fue protagonizado por Don Juan Carlos, al dar lectura de su discurso con motivo de la celebración de la Pascua Militar, trastabillando, nervioso y cambiando incluso algunas palabras del mismo. Todos los asistentes al acto, en su mayoría militaras, pasaron muy mal rato observando la manifiesta ansiedad del Monarca, balbuciendo ostensiblemente con la citada lectura.
Javier Paredes. Por más que parezca que la Iglesia Católica está dirigida por hombres, eso sólo es una apariencia, porque a la Iglesia de Jesucristo la dirige el Espíritu Santo. Es más, y ni siquiera el Espíritu Santo abandona a su Iglesia cuando permite que los miembros de su jerarquía saquen los pies del tiesto. Y es que es tan de Dios la Iglesia, que sigue firme después de dos mil años, a pesar de todos los intentos que ha habido para destruirla, que no han sido pocos.
Miguel Massanet Bosch. Si hay una institución en este país que haya sido maltratada, descuidada, postergada y relegada durante los años en que, España, ha estado soportando la crisis y la recesión; podemos decir, sin ninguna duda, que ha sido el Ejército español.
Javier Paredes. Son tantas las facetas de Espartero, jefe de los progresistas, que solo me detendré en una: su concepto de la Justicia como jefe de Estado. Nombró ministro de Justicia a Álvaro Gómez Becerra, que ya había ocupado este mismo cargo en el gabinete presidido por Mendizábal. Del respeto de Espartero por la división de poderes es fiel reflejo el texto de una copla de entonces, cuya letra decía lo siguiente: