Principal

Diario YA


 

De diversas formas de ganar la confianza y engañar para torcer la voluntad política

Manuel Morillo. 6 de abril. Hace una semana vimos con asombro como diversos políticos de los partidos del sistema abortista que padecemos acudieron a las diferentes manifestaciones y concentraciones por la vida que se celebraron a lo largo y lo ancho de España.

Fueron felicitados por su "valentía" y "ser consecuentes" con sus valores. 

De la misma manera otros parlamentarios hacen crítica de otros asuntos, como los estatutos de autonomía que rompen España, de las leyes penales que desamparan a los ciudadanos, del sistema educativo, etc...

Eso mismo ha ocurrido es diferentes votaciones, en la que ciertos diputados, rompiendo la disciplina del partido han votado "en conciencia" (curiosamente nunca sus votos son decisivos para cambiar la ley que siempre sale según lo establecido por la dirección).

Tanto unos como otros se ganan la simpatía de un gran sector del electorado cabreado con la linea oficial del partido que desprecia sus valores.

Esos mismos políticos, sin embargo, en vez de salirse  permanecen en los partidos que son los causantes de todas esas calamidades, y lo que es más extraño, tampoco los purgan en sus organizaciones, aunque, eso sí, a pesar de que algunos  citados ocupen cargos de relumbrón, ninguno pinta nada a nivel real en esos partidos ni influyen en la linea política y de acción, ni en las propuestas legislativas de los mismos.

La realidad es que esos diputados son los peones del sistema, cómplices necesarios, para la  "coartada de pluralidad" de los monolíticas y tiránicas partitocracias del sistema. Sirven para "justificar" el voto del "mal menor" de muchos ciudadanos descontentos.

Lo mismo ocurre con ciertos comunicadores y programas de radio que critican las barbabaridades e inconsecuencias de los partidos y los políticos, incluso los que se suponen afines, sobre todo si éstas son inescondibles y por lo tanto los ciudadanos terminarían enterándose.

De esa forma adquieren fama de independencia y se gana la confianza de su audiencia. Así adquieren "fuerza moral":

"Yo, gran comunicador, que te he denunciado y criticado duramente estas contradicciones, yo que te he dado argumentos e información, yo que soy tu "conciencia ciudadana" y azote de políticos corruptos,  yo, ahora te digo que, a pesar de todo esto, que he sido yo el que te lo ha advertido, ahora te digo que es necesario votar al mal menor, ante el peligro que se nos viene".

Si hacemos memoria este es el argumento que repetidamente podemos comprobar que se ha lanzado desde ciertos medios de comunicación cuando vienen las elecciones.

Estos diputados "coartada de pluralidad", como estos comunicadores "fustigadores" de los "complejos",  no sólo no son "meritorios" sino que son los que tuercen la voluntad de un gran sector del electorado manteniendo un voto cautivo, y son en gran parte responsables de  que se sostenga y consolide a los partidos del sistema, causantes de los males que se suponen denuncian: aborto, sodomía, corrupción, separatismo, explotación laboral, inseguridad ciudadana, etc...

Sin la complicidad de ambos, "diputados disidentes" (pero que permanecen en los partidos) y "comunicadores sin complejos" (pero que siempre terminan pidiendo el "voto útil") muchas personas se liberarían de su "síndrome de Estocolmo" y se decidirían a votar otras alternativas políticas mucho más afines con sus valores y principios vitales. 

Etiquetas:manuel morillo