Algunas de las creaciones de René Lalique para frascos de perfumes se pueden encontrar sin problema alguno en museos de arte modernista. Esto sirve para hacerse una idea de la importancia que ha llegado a adquirir el packaging en el mundo de la perfumería.
De hecho, la botella de un perfume es uno de sus principales elementos a tener en cuenta a la hora de diseñar una estrategia de ventas con la que llegar a la audiencia. De hecho, en muchas ocasiones se lanzan al mercado fragancias bastante similares, siendo su envase la nota distintiva.

Las notas de fragancia son la esencia de un perfume, pero el envase tiene una importancia vital
El mundo de los perfumes es bastante complejo, y hay que utilizar distintas notas de olor para conseguir un resultado innovador. La combinación de esos toques de olor da lugar a una creación, mediante la que se busca transmitir una serie de sensaciones. Para descubrir opciones nuevas, en Paco Perfumerías ofrecen una selección con las mejores fragancias que hay actualmente en el mercado.
Pero la presentación de un perfume tiene un papel fundamental también. Es por ello que el packaging en este sector de mercado sigue una serie de normas, que hace más sencillo tener ciertos datos sobre el tipo de perfume del que se trate, y a qué valores se encuentran asociados.
Basta con pasear por una perfumería, para saber que hay gran cantidad de referencias de perfumería, y que a las marcas no les queda más remedio que competir fuertemente entre ellas para conseguir ventas. Pues bien, antes de oler un perfume, el único medio que hay para decantarse por uno u otro es su envase.

Observa un poco, y sabrás descifrar las señales de tu fragancia
Existe una especie de lenguaje que deben hablar los frascos de perfume. Uno de ellos es el más básico, que indica a quién se dirige la fragancia. Colores, tipografías y diseños tienen mucho que decir también respecto al público para el que están pensados.
Los expertos señalan que los perfumes masculinos se suelen asociar a la aventura y el riesgo, utilizando principalmente tonos azules y plateados, y diseños con formas dominantes. Las botellas suelen ser simples y puras. Por su parte, los femeninos se suelen asociar a la sensualidad, siendo especialmente fragantes, por lo que es bastante común que tengan motivos florales en su diseño.
Otro cometido del envase de un perfume es comunicar una serie de valores distintos. Los creadores tienen que tener en cuenta la diferencia entre perfumes femeninos y masculinos, pero existen otros elementos diferenciadores que tampoco pueden quedar a un lado. Y es que estas fragancias llegan a públicos muy distintos, que puede diferenciarse también por razón de la edad, buscando ofrecer un conjunto de valores que distan mucho en unos y otros casos.
Tanto es así, que colores y formas varían con rapidez al hacerlo el grupo demográfico al que va destinado el perfume. Aquellos que están pensados para los más jóvenes suelen ser más agresivos, y se recurre a elementos como la luz para modificar la forma de percibir el diseño.