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Diario YA


 

El Calvario y La Misa, de Fulton J. Sheen

Miguel Ángel Gutiérrez Espasandín.   “Calvary and the Mass” es el titulo original de esta obra del Arzobispo Fulton J.Sheen, que actualmente se edita en España por la editorial Arca de la Alianza. Se trata de una pequeña obra donde de manera magistral el autor profundiza en la meditación de la Santa Misa a través de las Siete Palabras de Cristo en la Cruz.  Estamos ante una verdadera joya de la literatura espiritual, un libro imprescindible para el cristiano tradicional que desee avanzar en  santidad a través de un mayor y deslumbrante  conocimiento de lo que significa la Santa Misa.

El Arzobispo Fulton Sheen expone de manera brillante el gran amor de Dios al hombre, el misterio de su Divina Misericordia, el misterio de la participación de María en la redención del hombre como corredentora, y en definitiva, el misterio del poder de Dios, que es capaz de dejarnos un verdadero Sacrificio donde  El es se nos da de alimento hasta el fin del mundo. Todo esto nos ayuda a profundizar en el misterio de la Santa Misa de la mano de este arzobispo norteamericano santo y cultísimo, el evangelizador católico más importante y querido  de los EEUU.
 
Sheen descubre en cada una de las Siete palabras de Cristo en la Cruz una parte del Sacrificio de la Misa, de manera original y provechosa para la piedad popular. Así, la primera palabra “Perdónales…..” es el Confiteor ; la segunda palabra “Hoy estarás en el Paraíso “ es el Ofertorio ; la tercera palabra “He ahí a tu Madre”  es el  Santus” ; la cuarta palabra “ ¿Por qué me has abandonado? es la Consagración ; la quinta palabra “Tengo sed es la Comunión “ , la sexta palabra “ Todo se ha consumado “ es el  Ite Missa est ; y la séptima palabra “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” es el último Evangelio .
 
En el Confiteor, el autor ve claramente que Jesucristo demostró la gravedad del pecado por  lo que sufrió y, por el modo como lo sufrió, mostró su misericordia para con el pecador.
 
En el Ofertorio, se nos recuerda que Jesús no se ofreció sólo al Padre, sino en unión con nosotros, juntando con su Ofertorio el alma del ladrón de su derecha. En efecto, Cristo, conmovido por la fe y el arrepentimiento de Dimas, une consigo en la patena de la Cruz la primera hostia pequeña ofrecida en la Misa  que acompaña a la Gran Hostia que es el mismo Jesús que se estaba ofreciendo a su Padre celestial. 
 
En el Sanctus el Arzobispo sostiene que para ser santos participantes del Sacrificio de la Misa debemos ponernos bajo la protección de la Virgen Santísima, Madre de Dios. 
Es la Virgen María quien puede hacernos otros cristos, merecedores de decir “sanctus, sanctus, sanctus”.
Es María Santísima la llamada a ser no sólo la Madre de Dios sino también la Madre de los hombres; no sólo la Madre de la santidad sino también la Madre de aquellos que anhelan ser santos.
 
En la Consagración, Sheen  nos describe con gran belleza como Jesucristo renuncia a la divina consolación en la Cruz (que podría haber tenido) y se sumergió en un durísimo desamparo humano para pagar por los ateos, por los tibios, por los que no confían en El, por los egoístas, por los  comodones, por los materialistas, por los cobardes….Todos deberíamos, en justa y amorosa reciprocidad, entregarnos a Jesucristo: entregarle nuestra voluntad, nuestros pensamientos, nuestra fuerza, nuestro trabajo, nuestra salud, nuestras sonrisas,… todo nuestro amor. 
 
En la Comunión, nuestro brillante Arzobispo, nos relata como Dios se nos da a sí mismo de tal modo que podamos ser uno en la unidad del Cuerpo Místico de Cristo. Así recibimos vida divina y también entregamos a Dios nuestra vida humana, pues todo amor es reciproco. Dios tiene sed de nosotros y esto significa que el hombre debe tener también sed de Dios. El amor, por su misma naturaleza, pide retorno. 
 
En el Ite, Missa est ; Fulton escribe que aquí el amor de Jesús ha completado su misión porque ha dado cuanto puede con un amor radical. Su trabajo lo ha terminado con feliz éxito pero….¿y el nuestro? Nuestro deber es sin duda perseverar hasta el fin. 
 
En el Último Evangelio, el autor nos exhorta a estar seguros y plenamente convencidos de que la muerte no acabará con todo. Que la fría tierra que cubre la sepultura no señala el fin de la historia del hombre. El modo como vivamos en esta vida determinará como viviremos en la próxima vida y, ojala sea para todos el retorno al Padre, de donde venimos. 
 
La manera de adquirir esta magnífica obra espiritual, “El Calvario y la Misa “, es haciendo un pedido a la editorial Arca de la Alianza  llamando  por teléfono al número  656 85 71 46  /  924 650 982 .