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El mediodía francés, una región que destila sabor a España

José Luis Orella. 20 de enero.

El sureste del país vecino es una región que históricamente ha estado muy vinculada a España, pero cuya relación permanece desconocida al gran público. Incluso la historiografía francesa procura eludir la fuerte vinculación que esta zona de su país tuvo con el nuestro. La Provenza, que es la región en torno a la ciudad de Marsella y Tolón, ha sido colonizada por fenicios y romanos, formando parte del mundo conocido desde antiguo. Por eso en la pluralidad de la nación gala, la Provenza representa la parte más latina de Francia.

En cuanto a su vinculación con España del mediodía galo, desde los orígenes del condado de Barcelona, el Rosellón y la Cerdaña estan vinculados a su evolución histórica. Pero esto que resulta conocido, no lo es tanto cuando las relaciones barcelonesas fueron también estrechas con con los príncipes del sur francés. En 1070, Ramón Berenguer I tenía por herencia de su abuela derechoa a la ciudad de Carcasona y en zonas de Aquitania como Narbona, Tolosa, Coseran y Cominges. Pero fue en 1112 con Ramón Berenguer III cuando la influencia se expandio por su matrimonio con la condesa de Provenza Dulcia, pasando a su dominio Provenza, Carlat, Rouergue y Gevaudan. Desde entonces la relación fue estrecha, aunque la Provenza estuvo bajo el control directo de una rama secundaria, mientras Ramón Berenguer IV fue proclamado rey de Aragón, su hermano Berenguer Ramón se encargó del condado de Provenza. La tradición se mantuvo, cuando el condado del mediodía revertió en 1166 a la corona aragonesa , la Provenza fue de nuevo adjudicada al segundón de la familia, mientras Pedro II el ceremonioso heredaba la parte principal.

Sin embargo, se inmiscuyó en el sur de Francia y protegió a sus vasallos, incluso cuando la corona francesa intento anexionarlos aprovechando que la inmoralidad de sus costumbres los había acercado a la herejía albigense contra los cuales el Papado decreto una cruzada. Pedro II murió en lucha contra los cruzados de Simón Monfort, Francia aprovechaba la ocasión para sustituir la influencia aragonesa por la gala en el sur. Su hijo Jaime II reconquistador de Mallorca, Valencia y Mallorca, conocedor del foco de conflictos del sur galo y del afianzamiento del poder de la corona francesa, hizo tratos con san Luis de Francia abandonando la expansión que el condado barcelonés había iniciado dos siglos antes.

Finalmente, en el siglo XV Provenza quedó bajo el dominio directo de la corona francesa, aunque, desde el XIII estaba bajo el dominio de los franceses del norte. Desde aquí el elemento franco del norte, más germano, ha sido el elemento predominante de la nación gala, en detrimento del sur más romanizado, con su propia lengua y costumbres. Entre ellas recordemos que en Nimes y Arles, dos de las principales ciudades del Midi provenzal son los baluartes de la corrida de toros, aunque algunas veces sean con toros de la Camarga, aunque siempre intentan hacerlo con toros bravos importados de España. Allí también esta Tarascón, donde Alphonse Daudet nos inmortalizó el carácter exagerado y mediterráneo del provenzal, tan parecido a nuestros queridos andaluces y Avignon, la sede del papado, donde los papas se refugiaban cuando en Roma corría peligro la vida de la cabeza de la Cristiandad.

De estos lugares procedían los intelectuales Charles Maurras y León Daudet, fundadores de la Action Française, por lo que promocionaban un regimen descentralizado muy parecido al foralismo español de nuestro tradicionalismo. Una región de gran riqueza turística por su costa azul y la presencia de Niza, Monaco y Cannes, presenció la instauración del estado de Vichy del mariscal Petain, un régimen corporativo que se tiñó del sabor meridional de la Provenza, al formar Vichy la Francia mediterránea. En la actualidad, el sur galo es una de las regiones más multiculturales por la masiva llegada de Pied noirs (franceses residentes en Argelia) que cuando la independencia tuvieron que huir de allí y se establecieron en el sur, donde más les recordaba a su patria perdida, donde sus viñedos son legendarios. Además la fuerte emigración argelina esta establecida en su mayor parte allí, incluso armenios descendientes de la diaspora de 1918 y corsos de la cercana isla. Provenza vuelve a ser centro de nuevos colonizadores, aunque los autoctonos no estan dispuestos a perder su identidad francesa y una zona que desde principios de siglo ha sido de voto proverbial a la izquierda, por la fuerza militante de los portuarios en el comunismo, son ahora baluartes del populismo del Frente Nacional. Quizas los sureños quieran salvar su país del mismo modo que en la época revolucionaria, los voluntarios procedentes de Marsella marcharon contra el invasor austriaco, cantando una canción que se convirtió en el himno de todos los franceses. Ahora cuando veamos los fuertes del mediodía francés y sus corridas de toros, recordemos, que hasta el siglo XIII, fueron hermanos de los aragoneses y catalanes, y por tanto de todos nosotros.

 

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