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La importancia de proteger a los niños de los peligros online de las redes sociales

Es cada vez más habitual ver a niños cada vez más pequeños haciendo uso de los teléfonos móviles. Comienzan jugando en los dispositivos de sus padres pero su insistencia a medida que crecen hace que consigan un teléfono propio cada vez más pronto. El problema es que los juegos pasan a ser cosa del pasado cuando las redes sociales hacen acto de presencia. Estando siempre en contacto con sus amigos, con actualizaciones constantes e hilos de mensajes incesantes.
Actualmente Facebook cuenta con más de 900 millones de usuarios en todo el mundo, estando limitada para que los menores de 13 años no puedan acceder a una cuenta, aunque es muy fácil saltarse esta regla. Según los últimos estudios sobre la red social hay más de 5 millones de niños menores de edad con una cuenta. De los cuales cerca de 800.000 han denunciado haber sido víctimas del ciberbullying o haber sufrido algún tipo de acoso en Facebook. Si estos datos ya son preocupantes por sí mismos, basta con pensar que hay otras aplicaciones como WhatsApp o Snapchat que también son un éxito entre los más jóvenes. Esto hace que la tarea de los padres sea cada vez más y más complicada.

Un mundo digital cada vez más peligroso
Es alarmante cuando aparecen en todos los medios cifras que aseguran que el 43 por ciento de los niños han reconocido haber sido víctimas de algún tipo de acoso digital. Habiendo incluso casos que acaban con el suicidio de los niños. Muchos de los acosadores no se dan cuenta de lo dañinas que pueden ser sus palabras, en parte por no poder ver la reacción de su víctima.
Pero el ciberbullying no es el único problema al que se enfrentan los padres. Son cada vez más los niños y niñas que reciben presión de sus compañeros para enviar mensajes y fotografías sugerentes, algo que se conoce como sexting. El problema es que en muchos casos ni siquiera son conscientes de las posibles consecuencias y lo hacen de manera espontánea.
Sin embargo, los adultos son la mayor preocupación de los padres. No solo pueden intentar ponerse en contacto con los pequeños para hacerse con los datos de los padres y estafarlos, sino que pueden buscar algo más. Los niños podrían ser víctimas del grooming, en el que un adulto trata de hacerse amigo de los pequeños para conseguir fotografías e incluso quedar para un encuentro de carácter sexual.

El control parental, la mejor ayuda para los padres preocupados
Además de educar a los pequeños y orientarlos para que hagan un buen uso de las nuevas tecnologías, hay otra manera mucho más fiable de saber que un niño está haciendo lo correcto. La solución para los padres no pasa por convertirse en un tirano quitándoles el teléfono o estando encima de ellos en todo momento para ver que hacen. Hay una manera más sutil que puede evitar que cualquier padre se convierta en el enemigo de sus hijos. Para esto se han inventado las aplicaciones espía como mSpy, un software cuyas funciones hace que sea ideal para utilizarlo como control parental.
mSpy es una app de monitoreo que cualquier padre va a poder instalar en el teléfono de sus hijos para espiar WhatsApp, Facebook y apps similares, mostrando todos los mensajes y archivos enviados. De esta manera se podrá detectar a tiempo cualquier caso de acoso. Entre sus funciones destaca por actuar un amigo invisible de los padres, ya que es indetectable una vez comienza a ejecutarse. Tampoco es complicada de utilizar, por lo que no requiere conocimientos técnicos y proporciona a sus usuarios un servicio de atención para resolver cualquier posible duda.

Ningún problema escapa a la vigilancia de mSpy
Los niños pueden meterse en todo tipo de problemas, si bien vigilar las redes sociales es fundamental, gracias a mSpy es posible ver toda la actividad del teléfono. Cualquier padre va a poder ver todas las llamadas que su hijo haga o reciba, pudiendo tomar medidas y bloquear contactos si no considera a dicha persona de fiar. Del mismo modo va a permitir ver las páginas web que visitan, además de impedir que accedan a aquellas con contenidos pornográficos o llenos de violencia. Es incluso posible hackear apps como WhatsApp para que no las usen y no pierdan el tiempo si necesitan estudiar.
Por último, mSpy también funciona como un programa espía móvil, por lo que puede localizar un móvil a través de su GPS. Esto hace que sea ideal para saber si están mintiendo, para saber si están en un lugar seguro o dónde se encuentran en el caso de haberse perdido. Todo esto convierte a mSpy en el control parental más completo con el que los padres pueden proteger a sus hijos dentro y fuera de la red.