Fidel García. 
En audiencia con el Cardenal Semeraro, celebrada el 2024, el ahora casi olvidado Papa Francisco (DEP) aprobó los decretos que llevaban a la beatificación del joven enterrado en Asís Carlo Acutis. Su historia es conocida, aunque no suficiente, por muchos jóvenes usuarios de las redes sociales. Carlo Acutis es  conocido no solo por su santidad, sino por su talento en poner las redes sociales al servicio de la evangelización.

Desde niño ayudaba a todas las personas especialmente a los más necesitados. Adolescente precoz por su inteligencia y alma, que corresponde según sus biógrafos, nació originalmente, pero no murió siendo una fotocopia. En 2006, con 15 años, Carlo ya había abierto el camino de lo que significaba tener fe, amor a la Iglesia y a los pobres y extender su creatividad en Redes para dejar un mensaje con exposición sobre los milagros de Eucaristía la presencia real de Jesucristo bajo las apariencias de pan y vino, que no se consume perdiéndose en los algoritmos. En octubre una leucemia fulminante le causa la muerte. El Papa Francisco lo beatificó el 2020 en Asís.

En diálogo con los medios vaticanos, el prefecto del Dicasterio para las causas de los santos habla sobre la santidad juvenil de los dos beatos que fueron canonizados por el Papa León XIV en la plaza de San Pedro mañana domingo día 7: Carlo Acutis y Pier Glorio Frassati, que hicieron del seguimiento del Evangelio su razón de vida. Dos santos llenos de vitalidad, con el corazón encendido por el amor a Cristo que vivieron en el mundo sin dejarse atrapar por él. El relato de su vida breve pero intensa.

Carlo Acutis, o la santidad de un adolescente: ya en su funeral se hicieron presentes muchos pobres: su propia familia descubrió aspectos que desconocía; hizo lo que hizo con las posibilidades propias de un adolescente, con medios de un joven. Carlo es la expresión de la santidad de un muchacho, abierto a la vida y con la Eucaristía como punto de referencia: su autopista hacia el cielo.

Pier Frassati, encarna el modelo laico ofrecido por el Concilio Vaticano II. Comprometido con la vida experimenta las diversas   realidades del mundo: Gran deportista, es conocido como el alpinista del espíritu.  De su amor y servicio a los pobres, marginados y personas olvidadas, como se pudo comprobar en su funeral, sorprendiendo incluso a la propia familia ignoraba esta entrega de su hijo. Su muerte, según el Cardenal Semeraro, fue una epifanía. Frassati se acercó a los pobres porque antes se había encontrado con Cristo.   Según el Cardenal estos dos jóvenes comunes son ejemplo de lo que el Papa Francisco llama santidad, una santidad de la puerta de al lado. Dos figuras   que el mismo León XIV ha puesto como modelos para las nuevas generaciones, durante el reciente Jubileo de los Jóvenes. Acutis y Frassati, según el cardenal prefecto del Dicasterio, que vivieron en medio del mundo: son los santos de la calle.