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Diario YA


 

¿Juegan a lo mismo?

Fernando Ballesteros. 12 de noviembre. Cualquier parecido entre lo que vi el sábado desde las diez de la noche y lo que soporté el domingo a las cinco de la tarde es mera coincidencia. Me decía mi padre ayer, y yo confío en él, que en ambos casos se trataba de un partido de fútbol pero tengo mis dudas de que el Barcelona de Guardiola y el Atlético de Aguirre jueguen al mismo deporte.

No sé si lo de los azulgrana está ya por encima del fútbol o es que lo del mexicano es el infrafútbol o las dos cosas, o todo lo contrario, o yo me he vuelto loco que es una opción que gana enteros.

El caso es que este Barcelona que se abona al 6 a favor,  juega como los Ángeles a los que se les dé  bien al fútbol. Al ataque y mordiendo en defensa, rápido, ágil, circulación de balón a la velocidad de la luz, contundencia ante la portería rival, hambre. En fin, pueden seguir añadiendo si quieren.

Y al día siguiente, después de comer, dices, "venga, me voy a ver al Atleti al bar" y te encuentras con que cuesta 70 minutos tirar a puerta ante un colista, el Osasuna, que en su precariedad es mejor que un aspirante a todo -o eso dicen-. Una pena a la que, por si fuera poco, no le falta el aliño del enfado de Forlán, que fue suplente en Pamplona como el Kun en Liverpool, en un absoluto desatino del dicharachero Aguirre, el hombre que pasará a la historia por decir "si" sin rechistar a todo, absolutamente a todo lo que ha llegado de arriba.

Pues nada, así las cosas, la liga ha terminado para el Atleti en cuanto a los grandes objetivos porque,  sin milagro mediante, la Champions es imposible y el Barcelona lidera la tabla con dos puntos de ventaja sobre la eterna referencia madridista.

Y alguno se preguntará como es que el equipo que nos enamora disfruta de una ventaja mínima. Pues mire usted, porque entre la excelencia balompédica de los catalanes y la negación de este deporte que encarna muy a menudo el "Aguirre Team", hay un término medio: el del Real Madrid del simpático Schuster que tira de casta y de pegada (se acuerdan?) para sacar los partidos adelante y agarrarse a una liga que, al final, se van a disputar los dos grandes. Es decir, que después de todo el rollo,  llegaremos a lo de casi siempre si Villarreal y Valencia no lo impiden.

  

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