Iván Martín y Ladera. 24 de marzo.

Kinetic Energy Recovery System o así al menos se llama uno de los nuevos elementos claves de la temporada de Fórmula 1 para la temporada 2009, es decir un sistema de recuperación de la energía cinética que se dispersa en cada frenada que se transforma un una energía extra a disposición del piloto durante tan sólo una vez por vuelta.

En la fase en la que los monoplazas de Fórmula 1 aceleran la energía (química) que se encuentra en la gasolina, se transforma en energía cinética del monoplaza, el problema es que los bólidos de la máxima 
categoría, además de acelerar, tienen que frenar y cada vez que lo hacen, esta “famosa” energía cinética se disipa en forma de calor producido por la fricción de las pastillas de freno con los discos (ambos de fibra de carbono) que alcanzan temperaturas superiores a los 900˚ Centígrados. El problema está en que esta energía se pierde en el aire y por tanto se desperdicia.

El KERS, pretende por tanto recuperar esa energía acumularla y ofrecérsela al piloto para cuando desee tener unos caballos extras.

La aplicación de este sistema es y de sobra conocida en los vehículos conocidos como híbridos, como el Toyota Prius, donde estos dispositivos se usan para disminuir las emisiones de CO2 y reducir los consumos,pero la aplicación en competición no persigue objetivos tan nobles y ecológicos, sino todo lo contrario (de eso ya hablaremos en otra ocasión), el fin último de esta tecnología aplicada a la Fórmula 1 es la de ofrecer una reserva de potencia extra al pulsar un botón por parte del piloto que tenga un efecto “turbo” en las prestaciones del monoplaza.