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Diario YA


 

¿Ministerio de qué deporte?

Miguel Ángel Guijarro. 28 de noviembre.

Ahora resulta que es necesario un Ministerio del Deporte… y yo me pregunto, ¿para qué? El que estemos arriba en todo no creo que sea motivo suficiente para que ahora haya que aumentar el gasto de la administración con un nuevo ministerio. Si ganamos será por algo o ¿es que se van a hacer mejor las cosas ahora? Cierto es que el deporte español está alcanzando cotas impensables hace años pero no es menos cierto que eso se debe a un gran trabajo de las respectivas federaciones y mucho anunciantes que han podido sostener el deporte base. Si se quiere hacer un ministerio de deportes hagámoslo pero no para salir en la foto, no para sacar pecho, si no para acometer profundas reformas en una estructura muchas veces carente de cualquier criterio. Hay deportes dejados de la mano de Dios, hay deportistas arruinando a sus propias familias para poder competir, hay ‘promesas’ que han tenido que dedicarse a otra cosa por falta de apoyos institucionales. Si el ministerio va a fomentar la creación de recintos deportivos donde practicar deportes bienvenido sea, si el ministerio va a inyectar los presupuestos del plan ADO, apoyémosle. Si el ministerio va a intensificar su persecución al dopaje, pongámosle una alfombra roja. Pero si sólo va a servir para gastar más y que algunos se lucren con ello, mejor nos quedamos con Lissavetzky y su equipo. Salud, educación y deporte son cosas que van unidas y por las que hay que apostar a ojos cerrados, pero no caigamos en el triunfalismo y pensemos que el deporte es solo Nadal, Fernando Alonso o Pau Gasol. Deporte también es que muchos olímpicos entrenen en garajes, que en muchos partidos del fútbol modesto no haya ni médicos ni policías, que más de la mitad de nuestros ciclistas se tienen que ir al paro por falta de equipos. Deporte también es eso, no solo presumir de medallas en deportes de los que desconocemos su auténtica realidad durante cuatro años para exigirles premios en los Juegos. Si tiene que haber Ministerio que sea de verdad, pero de diriman las competencias con las federaciones y asociaciones porque si no el lío estará montado y el perjudicado será una vez más el deportista. Al aficionado esto le dará igual, lo mismo que le importa un bledo un ministerio de la vivienda al que no tiene casa o el de trabajo al que está en paro. Miremos todos hacia el mismo lado, rememos en esa dirección. Si el ministerio es necesario, no seré yo quien me oponga pero en serio, que sea del deporte de verdad, de ese que no sale en la tele, del de los equipos modestos y no de los de la Champions, de las disciplinas minoritarias, del de los barrios, las calles y los pueblos porque del otro, ya nos sentimos todos orgullosos.  

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