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¿Tienen los pueblos lo que se merecen?

Iván Martín y Ladera. 1 de mayo. Muchos pensadores aseguran que cada nación tiene la suerte y el destino que se merece, al fin y al cabo el destino de cada país es fruto de sus elecciones y posicionamiento en el tablero de juego mundial. En el caso español, es muy posible que lo que se merezca sea mucho más de lo que le está sucediendo, al menos por las consecuencias que se desprenden de la realidad social, política y cultural de la primera década del siglo XXI. 

El flagrante caso de obscenidad política de unos dirigentes perdidos en su egolatría sin fin, no es más que el fruto del árbol de una sociedad indolente y perdida a una ignorancia crónica sin visos de mejora. Nunca en mejor ocasión se puede afirmar que los políticos son el reflejo de la voluntad del pueblo, especialmente cuando la sociedad permanece impasible ante la hipoteca de su futuro por parte de sus dirigentes, escudando su responsabilidad cívica en su victimismo y presunta impotencia derivando toda culpa a la casta dirigente, que a su vez elude sus responsabilidades demostrando el linaje con sus orígenes.

Los problemas económicos y sociales que se derivan en el día de hoy son consecuencia, no sólo de los errores presentes, sino de aquellos cometidos años antes y que nadie, ni la sociedad, ni las castas políticas, han puesto remedio engañándose mutuamente hasta llegar al mundo de la mentira.

Si se realiza una radiografía de la situación a día de hoy, nos encontramos con algunos elementos que denotan las dificultades y la grave hipoteca para el futuro inmediato, que es aquel anterior al que sufrirán las futuras generaciones, que se vivirá en el corto, medio y desgraciadamente largo plazo.

Universidad.

Esta vulgarizada institución ha perdido el rumbo de la excelencia, de su función como crisol del conocimiento, convirtiéndose en una extensión mundanal del instituto, donde masas de personas sin inquietud, actitud, voluntad y aptitud, se encuentras con estructuras acomodadas incapaces de cambiar esa situación y ofrecer una educación de alta calidad, que proporcione profesionales de calidad al mercado de trabajo, en lugar de indolentes con título pero sin conocimiento adquirido.

Muestra de esta situación es la calidad investigadora de las Universidades españolas, que según un reciente estudio no destaca por brillantez, calidad ni competitividad puesto que ninguna se encuentra entre los 100 primeros puestos del mundo, de hecho, más de dos tercios de las universidades españolas se encuentran por debajo de los 3.000 documentos producidos en los últimos cinco años (unidad de medida del estudio), junto con esta pobre actividad investigadora, las instituciones de educación superior no obtienen una buena nota en la calidad de su producciones.

Economía.

Si la Universidad como centro de formación de las fuerzas directrices de una nación, la economía que refleja la calidad de estas, en los tres primeros meses del año 2009, el Estado ha consolidado unos números rojos que llegan a los 7.586 millones de euros en términos de Contabilidad Nacional, que contrastan con los más de 3.000 millones de superávit que se registraron el año pasado, según publica el Ministerio de Economía y Hacienda.

La economía española se contrajo un 2,9% en tasa interanual en el primer trimestre del año como consecuencia de la caída de la demanda nacional, las ventas del comercio minorista descendieron por decimotercero mes consecutivo, mientras que el empleo en el sector minorista retrocedió un 4% en marzo.

Por último y como confirmación de las preocupaciones de MAFO y el Comisario Europeo Almunia, la Seguridad Social, única administración que mantiene el excedente presupuestario, ha sufrido un descenso del 24% en este primer trimestre del año, llegando a los 8.249,4 millones de euros, mientras que los ingresos por cotizaciones descendieron un 2,51% y los gastos se incrementaron en un 8,73%.

Todos estos datos desmienten las muchas luces que relevantes dirigentes mundiales y nacionales veían al final del túnel, como Jean-Claude Trichet (Presidente del Banco Central Europeo) o el famoso Barack Obama, luces extintas por el dato de la actividad económica de Estados Unidos, que se ha contraído a un ritmo anual del 6,1% entre Enero y Marzo, cifra que sobrepasa negativamente todas las previsiones.

Mientras, la alienación de las castas sobre sus sociedades progenitoras no es un hecho ajeno a la realidad del país de la piel de toro, la destrucción de las libertades cívicas conquistadas en el siglo XX, se hace palpable con la medida aprobada por los Gobiernos de los 27 países de la UE y los representantes del Parlamento Europeo, que han alcanzado un acuerdo para que las autoridades de un país puedan dejar sin Internet a un ciudadano que estaría realizando descargas presuntamente ilegales.

Luces al final del túnel inexistentes que se venden como utopía real, ciudadanía indolente y pasiva, castas alienantes... ¿Tienen los países lo que se merecen? 

 

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